pamplona - Se despide del Ayuntamiento de Pamplona donde ha trabajado como concejal desde 2003 (EA, NaBai y Geroa Bai) aunque su experiencia política es más extensa ya que fue parlamentario entre 1983 y 1995, y consejero de Industria, Comercio y Turismo con el tripartito (julio 1995-septiembre 1996).

¿Qué es lo que más valoras de la transformación de los ayuntamientos en estos 40 años?

-El cambio fundamental y más positivo ha sido su democratización, es decir, la elección directa de los corporativos por los ciudadanos.

¿Cuáles son los principales logros de los ayuntamientos en el balance de estos años y las mayores dificultades teniendo en cuenta limitaciones como las que ha impuesto el Estado en el gasto municipal?

-Además de conllevar la elección directa una mayor responsabilidad de los corporativos para atender las demandas ciudadanas, está claro que los ayuntamientos, con carácter general, han modernizado las infraestructuras, urbanizaciones y servicios. En el otro lado de la balanza, los cambios normativos más negativos se refieren, en el caso de Pamplona, a la reforma de la Ley de bases de Régimen Local en lo que se llamó de “grandes ciudades” que atribuyó a los alcaldes fundamentalmente y a la Junta de Gobierno Local en menor medida, poderes omnímodos que vaciaron al Pleno de competencias ejecutivas dejándole únicamente las de aprobación de presupuestos y ordenanzas. Esta modificación resta pluralidad a la representación ciudadana en la toma de decisiones municipales, hace del Pleno una especie de “mini Parlamento” proclive a debatir de todo, sea municipal o no, pero sin la estructura de los Parlamentos, y desdibuja al Ayuntamiento como institución representativa más próxima a los ciudadanos. Y, por otra parte, la legislación sobre “estabilidad presupuestaria” ha limitado gravemente la gestión de los Ayuntamientos al impedirles disponer de sus recursos económicos, complicar la gestión administrativa e impedir la necesaria contratación del personal necesario para la prestación de los servicios. Si a esto unimos la deficiente financiación general de las instituciones locales, los ayuntamientos tienen enormes dificultades para prestar los servicios que la ley les obliga.

¿Cual ha sido la mayor aportación del gobierno del cambio en este mandato?

-Es evidente que Pamplona necesitaba un cambio en las formas de la acción política en todas las áreas, situando a las personas, su pluralidad ideológica, diferente situación socioeconómica, variedad cultural y lingüística y distinta accesibilidad a servicios básicos con desigualdades de todo tipo, como protagonistas de la política municipal. Esto exigía y exige acuerdos entre diferentes para alcanzar la mayor representatividad posible en la gestión municipal. Y uno de los retos más urgentes y apasionantes del cambio en este nuevo siglo es el de primar la sostenibilidad, tanto en la movilidad como en la eficiencia energética y la convivencia en valores que respeten las diferencias que se dan entre los ciudadanos.

¿Que deben aprender los ayuntamientos del cambio?

-La derecha, en sus políticas, ha primado el poder frente al gobierno, reduciendo los espacios de libertad y atendiendo los intereses económicos particulares por encima de los generales de los ciudadanos, y gestionando el urbanismo como casi exclusivo protagonista de la política municipal. Por eso ha dejado de lado la participación ciudadana, para evitar que la demanda ciudadana, libremente expresada, determine qué es lo que quiere que aborden los ayuntamientos prioritariamente. Incentivar esta participación es, junto a los compromisos sociales y de sostenibilidad, los que harán que la derecha se aleje del poder. - A.I.