lintzoain - El vecino de Erro Enrique Garralda suma ya cuatro legislaturas consecutivas como alcalde del valle de Erro. Llegó a la alcaldía en el año 2003, aunque en 1999 empezó a participar en el Ayuntamiento de Erro como concejal. “Entré como alcalde porque me lo propuso Paquito Almirantearena (anterior alcalde). Me animé porque me dijo que me ayudaría y sólo tengo palabras de agradecimiento”, reconoce.

Echando la vista atrás, este ganadero del pueblo de Erro alega que sus inicios en la alcaldía fueron complicados. “Teníamos algo de deuda y habíamos hecho una apuesta fuerte por hacer la residencia de mayores de Erro, teníamos un proyecto de estercoleros y de obras de abastecimiento y redes en Espinal, Orondritz y Esnoz, para los que gastamos más de 3 millones. Fueron años de inversiones muy potentes”, confiesa. Sin embargo, en su opinión, supieron cómo afrontarlo, encargándose de la explotación del monte de Quinto Real y de la gestión de los puestos palomeros. “Nos dimos cuenta del potencial de la caza en Quinto y con ello hemos obtenido muchos ingresos en el Ayuntamiento durante todos estos años. Sin duda, la base de que el Ayuntamiento hoy esté saneado fue meternos en Quinto”, asegura. Según expresa, sin esos ingresos, el valle de Erro no podría promover cursos, ofrecer ayudas a la natalidad ni apoyar con subvenciones al estudio o transporte, entre otros.

En cuanto al desafío más difícil al que se ha tenido que afrontar Enrique Garralda durante estas cuatro legislaturas, no duda en sacar a colación el problema de la despoblación del valle. Si bien en 2003 el valle contaba con 759 censados, hoy son 789 los vecinos empadronados en el valle de Erro. “El reto más importante ha sido el de mantener la población. Al final, la cuestión es ir proyecto a proyecto, seguirlos día a día y hacer cosas concretas. En su día, se instalaron ganaderos, se metió gente a trabajar en Magnesitas en Zubiri y pusimos el modelo D en la escuela de Erro, con lo que la gente joven se instaló y se tuvieron que hacer viviendas”, apostilla.

Con su trabajo de ganadero (tiene una explotación de vacas de carne), Garralda reconoce que la alcaldía le supone “mucho desgaste, ya que los inviernos son muy duros y, en verano, los pueblos se triplican y el trabajo en ambos también”. Pese a todo va a presentarse en los próximos comicios municipales como cabeza de lista por el grupo Independientes del Valle de Erro. “He recibido muchísimas llamadas. No quería seguir pero me he animado porque me conoce mucha gente y porque me lo han pedido”, subraya.

Uno de los proyectos que más lamenta que no haya salido adelante bajo su mandato y que va a tratar de retomar firmemente en esta próxima legislatura es el proyecto de mina promovido por la empresa Magna en Zilbeti. “Si no se hace, las familias se irán del valle, dejará de haber escuela y servicios, y eso es lo que más me dolería. Va a ser muy complicado, porque no podemos traer industrias de fuera si no hacemos los túneles. Pero lo intentaremos”, asevera. - Patricia Carballo