pamplona - Los vecinos más altos del Casco Viejo de Pamplona bailaron a su llegada al centro de la Plaza Compañía, Lurra, Airea, Sua y Ur para Jesús Mari Viguiristi, vecino de Pamplona, en un emotivo homenaje en el que la Comparsa del barrio quiso agradecer su exhaustiva dedicación, antes incluso de que existieran los gigantes del barrio (que este año cumple 18 años) por su entrega como maestro a la hora de bailar con las figuras para ir preparando el terreno ante la llegada de la primera comparsa del barrio.

“Ahora me sudan los ojos”, contestaba Viguiristi tras recibir una pequeña placa de parte de toda la compañía. “Queríamos homenajear a alguien especial en San Fermín txikito y la primera persona en la que pensamos fue Jesús Mari Viguiristi”, destaca Toni Iragi, uno de los miembros más veteranos de la comparsa. “Cuando nació la idea de crear una comparsa del barrio y ninguno sabía por dónde empezar acudimos a él, que llevaba muchos años en la comparsa de Pamplona, nos animó y nos enseñó a bailar”, relató. Iragi explicó que el hecho de contar con una comparsa propia en el barrio otorgaba y formaba parte de “generar una cultura propia”.

gran sorpresa El homenajeado rodeado de toda su familia admitió que se había llevado “una gran sorpresa”, que no sabía nada al respecto, sobre todo, porque “hacía ya muchos años que había dejado la comparsa” y que “estaba muy nervioso”. “Les enseñé a bailar en los inicios”, lo que sirvió de gran ayuda para poder crear la comparsa asumió, “en un momento en el que se estaban eligiendo quiénes iban a ser los personajes”. “A partir de ahí cuando les enseñé a moverlos”, rememoró Viguiristi. Al principio “ensayábamos dónde nos iban dejando, sobre todo en la Txantrea”, recordó Viguiristi que también adoptó la función de “gaitero durante las salidas” durante esos primeros años. Otras veces “nos dejaban algún local para ensayar”, pero “cuando ya no había más que bajeras quedábamos frente al Museo de Navarra”. Durante muchos años bailó en la Comparsa de Gigantes de Pamplona y enseñó a los primeros bailadores de la Comparsa del barrio de lo viejo que han ido pasando el testigo de generación en generación: “De aquella época ya no queda casi ninguno, unos dos o tres, como mucho”. Para Viguiristi lo más especial ha sido “colaborar durante todo el nacimiento de la comparsa del Casco Viejo”.

Del homenaje que le brindaron con el baile de los gigantes se encargaron los cuatro más veteranos de la compañía: Toni Iragi dio vida a Lurra, Mikel Rípodas a Airea, Iker Rubio a Sua y Tedi Sánchez a Ur. Toni Iragi destacó de Viguiristi la “paciencia” que tuvo y el hecho de que se convirtió en una “pieza clave” para la creación de la comparsa del Casco Viejo de Pamplona, que “pudo completarse gracias a la colaboración de diferentes colectivos del barrio y aportaciones de los vecinos”.