En 1955 - la opinión pública se estremecía con los fragores de la llamada Guerra Fría. Estados Unidos intensificaba sus amenazantes y peligrosísimos experimentos atómicos en el desierto de Nevada, y los países del bloque socialista firmaban el 14 de mayo la alianza militar conocida como Pacto de Varsovia. Mientras estos sucesos estremecían al mundo, el auditorio nacional sesteaba viendo películas como El Padre Pitillo, La Hermana Alegría o Marcelino Pan y Vino, donde los protagonistas eran curas campechanos, beatíficas monjas o niños cantores abandonados en conventos de frailes. ¡Como para ir al cine, oiga...!

La fotografía de aquel año, obtenida por el doctor J.J. Arazuri, muestra el tramo inicial de la actual avenida de Sancho el Fuerte. Vemos que por aquel entonces la calle iba ocupada por las vías de los ferrocarriles Plazaola e Irati, que en esta zona trazaban una amplia curva, antes de enfilar la salida de la ciudad.

Hoy en día - la zona ha experimentado tal cambio que no permanece ni uno solo de los elementos de 1955, salvo la propia curvatura de la calle, que sigue fielmente el trazado del desaparecido ferrocarril. Y sobra decir que, si hoy el viejo tren recorriera su antiguo camino, no encontraría tapias, setos, huertas y chalets, como en los años 50, sino uno de los barrios más populosos de la moderna Iruñea.

Conviene recordar que el actual alcalde, Enrique Maya, autorizó en su momento la construcción de un gran centro comercial, un hipermercado, junto a la Misericordia, a la derecha de la foto. No hace falta ser un experto para saber que ello traerá un efecto catastrófico sobre los pequeños comercios de Iturrama, como antes ocurrió en otros lugares. Eso sí, no tengan dudas de que cuando ello suceda, el señor Maya dirá que es culpa del anterior alcalde, de la amabilización o de vete tú a saber de quién. Como antes ocurrió en otros lugares.