pamplona - “Queremos hacer de El Escondite un sitio de encuentro cálido para la gente, tanto para los eventos del pabellón como para los partidos de Osasuna”, es la idea clara con la que el elizondarra Javier Iturralde Alcorta ve su establecimiento, la cafetería y restaurante del Navarra Arena, de la que es responsable desde hace algo más de un año. Iturralde es, además, el jefe de un equipo que se encarga de toda la restauración relativa a los eventos del pabellón, desde los menús diarios en El Escondite, hasta los servicios más selectos en los palcos y entre bambalinas. “Ofrecemos un sitio tranquilo, con una terraza climatizada en invierno, y unos combinados que preparamos al momento”.

Iturralde llegó a El Escondite de la mano de Events Hotels, empresa encargada también de la restauración de Baluarte. En el poco más de un año de trabajo, aunque Iturralde se incorporó en febrero, a su equipo ya le ha tocado de todo. Desde un servicio ordinario de comidas entre semana, un gran evento deportivo (baloncesto o pelota), o grandes citas musicales, sin ir más lejos como el concierto de Manuel Carrasco el pasado fin de semana. Otros hitos “son el Circo del Sol, nueve funciones en cinco días, dos días de IruñaRock, y luego ya el evento más grande fue el partido entre las selecciones de baloncesto de España y Lituania”, expresa, pero reconoce que el mayor evento gastronómico que han albergado fue la comida de la Cooperativa de Hostelería de Navarra, con una comida para 600 personas, “aunque cada evento es una película diferente”.

El equipo que atiende cada servicio, por tanto, se adapta a cada una de las necesidades. El evento en el que más personal estuvo trabajando al mismo tiempo fue durante el concierto de Operación Triunfo, con una plantilla de 24 personas. “Este pabellón es único, pero el equipo humano que forma Nicdo en el Arena hace que sea una gozada trabajar”, expresa Iturralde. Este es para, sin duda “un reto apasionante” para él. “Estoy muy agradecido a Jesús Berisa y Roberto Fuentes la oportunidad que me han dado aquí”.

Antes, Iturralde trabajó en diversos negocios hosteleros en Pamplona. “Yo vengo del mundo de la restauración tradicional, siempre al cargo de bares o restaurantes. Luego me salió una oportunidad y he estado cuatro años llevando los palcos de El Sadar”, dice y añade. “Me dieron la oportunidad de entrar aquí: dedicarme a eventos y estar en una zona pegado a mi Osasuna de la muerte es mi sueño”.

día a día El Escondite no es un bar restringido a días concretos. “Abrimos todos los fines de semana que haya eventos o partidos de Osasuna, pero entre semana abrimos de ocho de la mañana a ocho de la tarde y damos desayunos almuerzos y menús. Entre su oferta se incluye también un menú de deportista, inspirado en el “Mundo Arena, estamos en un recinto deportivo y qué menos que dar una comida para deportistas”, dice Iturralde.