En 1968 el barrio de San Jorge se encontraba aún en fase de construcción, y era uno de esos lugares, mal dotados y peor urbanizados, destinados a acoger a la inmigración que habría de surtir de mano de obra a la incipiente industrialización de Iruñea.

El nombre de la calle, Sanduzelai, significa “prado del santo” (o de la santa) y alude, según Arazuri, a una ermita dedicada a Santa Lucía, que se encontraba debajo de la actual colina homónima y a la que durante mucho tiempo la población euskaldun de Pamplona denominó, simplemente, Zandua. Con lo cual se da la extraña paradoja de que el nombre castellano del barrio alude a un santo (San Jorge), mientras que el nombre en euskara aludiría a una santa (Santa Lucía). Sea como fuere, dicha ermita existía ya para 1365, fecha en la que se produjeron ciertos apresamientos por orden de Carlos II, porque allí se reunían algunos junteros acusados de cuestionar la autoridad del rey.

Hoy en día este inicio de la calle ha cambiado ciertamente poco y, a pesar de los 51 años transcurridos entre ambas imágenes, es posible distinguir casi cada casa, cada bajera, cada balcón y cada ventana, así como el monte Ezkaba descollando al fondo. Y el nombre de la calle es el que se da también al conjunto del barrio, Sanduzelai-San Jorge.

La mayor diferencia puede radicar en que en la imagen antigua tan solo se distinguía un vehículo, una solitaria moto detrás de un árbol, tal vez propiedad del propio fotógrafo, mientras que en la nueva hay multitud de coches. Eso sí, casi en el mismo lugar donde en 1968 se aparcó la vespa, hoy hay una scooter con la que, esta vez sí, quien esto escribe se acercó al lugar para obtener la foto. En cuanto a los sucesos del año 1365, qué quieren que les diga, si es que los habitantes de este lugar han sido siempre bastante revoltosos. Será a causa del agua, o del cierzo de Ezkaba. Vete tú a saber...