pueyo - Con la llegada de la Navidad se cumplirán 40 años desde que José Antonio Álvarez Iriarte, un músico falcesino y con residencia habitual en Pamplona, asumió el compromiso, de un modo totalmente altruista y desinteresado, de ponerse al frente del coro parroquial de Pueyo. Desde entonces ha estado presente en todo tipo de celebraciones religiosas y festivas de esta localidad valdorbesa. Desde que en la primavera del año 1980 recibiese la invitación y la propuesta de dirigir el coro, ha acudido con su acordeón a la práctica totalidad de misas dominicales, además de amenizar celebraciones de bodas, funerales, bautizos, comuniones, confirmaciones, sin olvidar las romerías que cada año se organizan en Pueyo para acudir al santuario de Ujué y a las ermitas de Cataláin, Santa Zita o San Quirico. También desde entonces anima y coordina el grupo de Auroros, que acompañan las festividades del Apóstol Santiago, San Isidro o la Inmaculada, entre otras festividades.

Con la música y las canciones que él mismo preparaba en un amplio repertorio y acompañado de un nutrido grupo de instrumentistas y de buenas voces, también su presencia se ha hecho habitual en cualquier convocatoria festiva de la localidad, en rondas por las calles para visitar a las personas mayores del pueblo, o en los festivales navideños.

“Ahora va a hacer 40 años que el entoces párroco de Pueyo, Pedro Mª Flamarique, que ya me conocía por haber coincidido en actuaciones con sus famosas hermanas joteras, me propuso incorporarme al coro parroquial y dirigirlo”, rememora. “Yo he sido músico profesional durante muchos años como miembro de la Orquesta Amanecer pero mi instrumento preferente y habitual ha sido la batería. También he tocado el saxofón, el trombón o la guitarra pero para utilizar en la iglesia, el más completo y alegre, para mí ha sido el acordeón. Por ello, decidí coger este instrumento, que hasta entonces no lo había utilizado nunca. Yo digo que soy un acordeonista autodidacta que toco, en este caso, sin partituras haciendo uso de mi buen oído”, subraya.

Cuando José Antonio Álvarez, más conocido como Toñín, pasó a formar parte del coro parroquial, comenzó a impartir clases y nociones de solfeo y de guitarra a varias chicas de 6 a 14 años conformando de ese modo un alegre grupo juvenil que con sus interpretaciones musicales amenizaban las celebraciones litúrgicas. “A lo largo de estos años han pasado por el grupo hasta tres generaciones de diferentes familias de Pueyo”, señala con orgullo. “Siempre he procurado estar en todo tipo de celebraciones, de manera voluntaria y sin cobrar ni un solo euro. He sido una persona creyente y practicante, y este es para mí un modo de vivir mi religiosidad. Mi mujer (Merche Berango) es natural de Pueyo, tenemos aquí una casa familiar y siempre me siento muy bien acogido y apreciado”, revela.

Y es que su valiosa aportación musical a la vida de la localidad se ha hecho extensiva a otros muchos acontecimientos. Especialmente recordados son los festivales de Navidad que durante seis años, desde el 2005 hasta el 2011, se organizaron en la iglesia por iniciativa de José Antonio y gracias a la dirección y coordinación de sus dos hijas, Laura e Isabel, profesoras de canto y de piano respectivamente en la Escuela de Música de Noáin. Durante todas las tardes de los sábados de los tres meses previos al festival, su vivienda quedaba abierta para los ensayos de más de un centenar de participantes.

promotor de txarangas De igual modo, con ocasión de las fiestas patronales han promovido festivales con instrumentistas y cantantes locales de diferentes estilos musicales. Álvarez también fue el promotor de la joven Txaranga Bordaloki fundada en el año 2012 y que sigue activa. Por todo ello, el Ayuntamiento de Pueyo quiso reconocerle su valiosa labor cediéndole el honor de lanzar el cohete en 2013.

Su actividad musical y la del coro tampoco han faltado en el día del patrón de otras localidades valdorbesas como Maquirriain o Iratxeta o en el Día de la Valdorba. También desde hace 17 años forma parte del Grupo de Animación de Residencias de Tafalla con el que también amenizan los centros de San Martín de Unx, Falces y la de San Jerónimo de Estella. En Pamplona forma parte de un quinteto musical que asiduamente acude con sus cánticos a las residencias de la Casa de Misericordia, las Oblatas o el Centro San José.

Con apenas 15 años de edad, José Antonio Álvarez se incorporó como percusionista a la orquesta La Ideal de Calahorra y, tres años más tarde, pasó a ser miembro de la Orquesta Amanecer, a la que perteneció durante algo más de 12 años, en su época de mayor actividad y de éxito, en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado. Con esta orquesta llegó a acompañar y compartir escenario con cantantes de la talla de Julio Iglesias, el Dúo Dinámico, Rocío Durcal, Rocío Jurado, Peret, Manolo Escobar, Sara Montiel o Massiel, entre otros muchos famosos. Con Massiel estuvo tocando el día de su boda “que fue dos días antes de casarme yo con Merche en la parroquia de San Miguel de Pamplona”, recuerda. El pasado 22 de noviembre, festividad de Santa Cecilia, conmemoraron sus Bodas de Oro a la que siguió una celebración eucarística, al día siguiente, en la iglesia de Pueyo, acompañados por todos sus familiares, amigos y vecinos.