lumbier - A primeras horas de la mañana de ayer, el Ayuntamiento de Lumbier procedió al cierre del edificio municipal ocupado por un grupo de jóvenes de la localidad desde el pasado mes de diciembre, el espacio Erika Herrigunea (lugar del pueblo).

Empleados municipales levantaron un muro de ladrillos en la entrada principal, que acabó con los proyectos juveniles en el lugar. Días antes, les cortaron la luz y les quitaron el candado de la puerta.

En protesta ante estos hechos, un centenar de vecinos y vecinas se concentró ayer por la tarde delante del ayuntamiento. Estruendo en apoyo de la juventud, que denunció el muro levantado y el silencio del Ayuntamiento que se niega al diálogo y la negociación. "Llevamos mucho tiempo justificando la necesidad de un local, saben que es una petición legítima, pero tienen miedo, no quieren que haya nada fuera de su control", expresaron ayer en la lectura de su comunicado. El colectivo juvenil cuenta en el Ayuntamiento con el apoyo de EH Bildu, 3 de 9 concejales, que convocó el pasado día 15 un pleno extraordinario para solicitar a la Agrupación Independiente (AIL) una negociación. La respuesta fue negativa y tajante. Al día siguiente cortaron la luz.

ACCIONES El colectivo juvenil hizo pública su decisión de seguir en la Erika, en el lugar donde se ubica el edificio municipal vacío y en desuso que han acondicionado y le han dado vida con actividades abiertas al pueblo.

"Desde el día en que entramos, hemos intentado hablar con ellos, pero se han negado. Seguiremos pidiendo diálogo, pero somos conscientes de que tenemos al equipo de Gobierno en contra, por ello necesitamos el apoyo del pueblo y de los colectivos. Les pedimos que dejen las amenazas y se sienten a hablar".

Con este objetivo en los próximos días diseñarán la estrategia para tratar de lograr ese diálogo negado por la alcaldesa, Rocío Monclús, que ayer a su vez tampoco quiso hacer declaraciones a este medio.

La falta de un espacio participativo y gestionado por la juventud donde poder desarrollar sus proyectos en libertad es una demanda que viene de lejos. La falta de voluntad del grupo de Gobierno les ha llevado, aseguran, a ocupar la Erika. "Y la ocupación ha sido la excusa para no recibirnos. El colectivo siente que tiene derecho a una respuesta y asegura que no cejará en su empeño, por la vía oficial, hasta conseguirla y lograr un espacio alternativo . - Marian Zozaya