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La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Burlada: 50 años en las alturas

Celebra mañana en la Casa de Cultura medio siglo de vida (17.00 y 19.00 horas) con un espectáculo en el que recreará su intensa actividad durante las fiestas

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Burlada: 50 años en las alturasUNAI BEROIZ

burlada - La idea es apretujar la intensa actividad de la comparsa de Burlada en fiestas hasta que quepa en un solo escenario y durante algo más de una hora. Una labor compleja porque gigantes y cabezudos no se cansan de pasear y bailar por las calles del pueblo entre el 14 y el 19 de agosto. Además les acompañan otros incondicionales de la fiesta -que también tienen que entrar en la Casa de Cultura- como son la banda de música, los txistularis, Burlata Herriko Gaiteroak y dantzaris de Larratz. Montón de protagonistas unidos mañana para otra gran celebración.

"Todos los años se celebra el día de la comparsa con un espectáculo el sábado anterior a Nochebuena, que era lo suyo porque la comparsa hizo 50 años el año pasado. Pero por un problema logístico con la Casa de Cultura, que estaba ocupada, se pospuso", dice Sergio Goñi, miembro de la comparsa desde hace 15 años y director del espectáculo junto con Joseba Pérez. "En la función se homenajea a alguien particular o a algún grupo del pueblo. Pero este año el homenaje es a la propia comparsa".

El día a día de la Comparsa en fiestas empieza cuando empiezan todas las fiestas; con el cohete. "Después damos una vuelta y a la tarde salimos a la Subidica, que aunque ya no existe los grupos culturales la mantenemos. Y acabamos en el parque municipal en el alarde de txistus", cuenta Joseba Pérez, 18 de sus 30 años en la comparsa. Así que chupinazo, subidica y alarde se representarán mañana en el escenario para abrir boca. Después, todo lo demás. El 15 es el día grande, con el baile a la Virgen de la Asunción en la iglesia de San Juan y la Procesión posterior. "Y el resto también los tenemos marcados: El Día del Niño, el Día de la Mujer y el Día del Mayor", concreta Joseba. Para finalizar, el día de la despedida. Todo tendrá su sitio. Quizá también el toro de fuego, otra de las responsabilidades de la Comparsa. Las fiestas de Burlada, comprimidas mañana en una doble función (17.00 y 19.00 horas) para la que prácticamente no quedan billetes. Y son 493 butacas por sesión. La comparsa tiene tirón. El grupo comenzó a gestar este espectáculo a finales de septiembre y lleva tres semanas ensayando a tope. Una treintena de personas, entre portadores de gigantes y cabezudos, forman la Comparsa.

la historia Tres vecinos de Burlada compraron en 1967 otros tantos cabezudos. Al Concejo le hizo gracia la idea, adquirió unas figuras en 1969 y ahí empieza a contar la vida de la comparsa en la localidad. Aunque poco tiene que ver la que fue con la que es. El Concejo, convertido en Consistorio, amplió a comienzos de los 70 su colección con tres kilikis, tres zaldikos y sus dos primeros gigantes, los Reyes Católicos. La comparsa ganaba altura. Y creció con dos pedidos más. A mediados de los 70 y principios de los 80 llegaron los Reyes Africanos, Cleopatra, Marco Antonio y un buen número de cabezudos: el loco, el lobo, el payaso, el elefante el mexicano, el gendarme o Popeye. Desde entonces ha llovido, ha salido el sol y ha vuelto a llover una y otra vez. El paso del tiempo hizo mella en las figuras.

Y llegó la transición, que a efectos de la comparsa se sitúa en 1992. "Ese año, con las figuras muy deterioradas, se quiso restaurar las viejas y ampliar la comparsa: de seis gigantes a ocho. Pero se vio que el presupuesto podía ser muy elevado y que no merecía la pena, porque eran figuras fabricadas en serie", cuenta el presidente de la Comparsa, Jaime Sánchez. "Y se decide crear una comparsa con personajes propios del pueblo. Esa época, en el año 92, se empezó a funcionar como asociación, y a día de hoy seguimos con asociación". Un cambio en el modo de funcionar y unas nuevas figuras que Sánchez, pese a que entró en la comparsa en 1994, "tuve la suerte de vivir, porque conocía al constructor, Mari Ganuza, y vi todo el proceso de fabricación".

gigantes y kilikis de casa Los cuatro gigantes de Burlada son de casa y han vivido en la misma casa, el Palacio de Armería, con una diferencia de 500 años. "Son cuatro personajes relacionados con la historia de Burlada", explica Sergio. "Francisco, junto con su hermana Josefa, han estado muy vinculados siempre con el pueblo y con la iglesia de San Juan. Francisco se encargaba además de coger el toro de fuego en fiestas, de tirar los cohetes, etc... Y su hermana era una lavandera que se encargaba de vestir a las niñas de primera comunión. Eran dos personas muy arraigadas al pueblo". Tan arraigadas que se hicieron gigantes. También están Leonor de Borbón, nieta de Carlos III ofrecida en matrimonio a Bernard d'Armagnac -el 4º gigante- en una tregua. "Leonor veraneaba mucho aquí. Es más, se identifica por unas flores de lis, las que tiene el escudo de Burlada", explica Joseba. Los cinco cabezudos también son de casa y representan oficios de Burlada: un hortelano, zapatero, herrero, una lavandera y una garbancera".

Para el presidente de la comparsa, que el año pasado dejó de bailar gigantes "porque la espalda te permite llevar peso una temporada", el de mañana es un día especial. "Llegué cuando ya estaba preparado un 25º aniversario, y me marcho cuando se prepara el 50º. Es un orgullo que esto haya continuado 25 años". Jaime reconoce que en este tiempo la evolución "ha sido terrible. Cuando empecé, a nivel de Navarra casi no se bailaba. Pero empezaron a entrar dantzaris a las comparsas, querían innovar con las figuras y meter alguna jota o vals. Y ese progreso en cuanto al baile, de no hacer nada a lo que se hace hoy en día, es un logro muy grande".

Por último, Jaime recuerda que "todo este esfuerzo de estos 50 años no es solo de los que estamos ahora, es de la gente que nos ha dejado el relevo, y hay que agradecérselo". Agradece también la colaboración de gaiteros, txistularis, banda de música y Larratz. Y confía en que esta comparsa "por lo menos cumpla 75, 100 años... Esto aquí no acaba".