pamplona - El consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, trasladó ayer la "voluntad política" de su departamento de liderar junto a los cuatro ayuntamientos implicados (Pamplona, Burlada, Egüés y Huarte) un nuevo "modelo de gestión" para el desarrollo de uno de los barrios de la gran ciudad que más ha crecido en los últimos años. Un impulso que corrija las carencias de un sector donde, desde anteriores Gobiernos, se priorizaron las viviendas y no las dotaciones. "La principal queja de los vecinos es la lentitud en las dotaciones y equipamientos públicos habiendo más de 3.000 viviendas construidas. Es una demanda que hay que resolver de manera urgente", subrayó. En su repaso a la génesis de esta urbanización destacó que el Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal promovido en 1991 por los ayuntamientos de Burlada y Egüés contemplaba un uso industrial y terciario para Erripagaña. En 1998 se cambió su uso por el de residencial con una parte de contenido comercial. En 2009 al amparo de un cambio de ley foral -impulsado por el Gobierno de UPN- se incrementaron los aprovechamientos urbanísticos en un 30% lo que supuso el incremento de alturas de las edificaciones en manos de promotores privados sin que ello repercutiera en una revisión de los espacios destinados a dotaciones o espacios verdes en un sector ya urbanizado. Tampoco se tradujo en un aumento de las cesiones previstas para el Banco Foral de Suelo destinado a VPO de alquiler. De las 3.976 viviendas se pasó a a 5.178 y finalmente a 5.834 al reducirse la superficie alcanzando una densidad final de 76,75 viviendas por hectárea.

Aierdi recordó a su vez que la propietaria de los terrenos destinados en su origen a su comercial (Pamplona de Distribución SA, es decir, E.Leclerc) solicitó en octubre de 2019 una propuesta de cambio de usos para introducir 471 viviendas, un 75% protegida, que todavía está "en proceso de valoración". La modificación del PSIS estuvo precedida de un proceso de participación pública por parte del Ayuntamiento de Burlada y plantea cambiar una parcela de 85.066 m2 para servicios, ocio, restauración, hotel y comercial, por 23.391 m2 de uso comercial y 53.052 de residencial. Recordó que de los informes sectoriales requeridos dos son "obligatorios", el de la CHE y el de Medio Ambiente (Informe de Evaluación Ambiental). Ambos están pendientes, también el de Aviación Civil y de Telecomunicaciones. Anunció también que en un plazo máximo de un mes volverá a mantener una reunión con los ayuntamientos. La idea es "agilizar los problemas siempre a instancia de los ayuntamientos".

Respecto al diagnóstico que se ha hecho sobre la realidad del barrio, en contraste con los diferentes departamentos del Gobierno, destacó la necesidad de una plaza que permita "cohesionar" el barrio y unir la zona norte y sur, y se habla también de un "aparcamiento disuasorio". Desde Educación se considera suficiente la oferta de colegios del entorno aunque sí se ve interés por una mejor conexión peatonal con los barrios limítrofes. En el PSIS también estaba previsto un nuevo centro de 0-3 años, que desde Educación se ve necesario a corto plazo y, a largo, un instituto. Por parte de Obras Públicas para este año se llevará a cabo la pasarela peatonal que enlace con la Ciudad de la Innovación, y se ve conveniente transformar en vía urbana la PA 33 entre Erripagaña y Mendillorri. Se reconoce también la escasez de dotaciones deportivas y se aboga por una "polivalente" con frontón y polideportivo. Desde el ámbito de Comercio no se ve "adecuado" el diseño previsto en inicio para crear una gran superficie comercial y concentrada en una unidad. Destacó a su vez que el centro de salud estará listo para 2023 en la parcela dotacional prevista y que se completará con un centro de atención a la mujer.