villava/atarrabia - "Un día fui al bosque con él pero apenas estuvimos juntos. Como hipnotizado, miraba al cielo mientras caminaba sobre el mantillo muerto de un bosque vivo. Madera a la madera. Polvo al polvo". Así describe David Arratibel un paseo con su amigo José Palanca por el imponente robledal de Orgi, en el valle de Ultzama. "Me gusta lo que transmiten al estar cerca, la sensación de estar envuelto por las maderas", se defiende de su hipnosis José Palanca.

Tanto le deben de gustar que lleva fotografiando a estos árboles milenarios desde 2011. "Solemos ir a pasear habitualmente y llevo la cámara. Me atraen esos robles, tenía una exposición y me apetecía centrarla en el bosque de Orgi", explica. Su muestra -en la casa de cultura de Villava hasta el 23 de febrero, de lunes a viernes de 18 a 21.00 horas y los domingos de 19 a 20.00 horas- se compone de 24 fotografías en blanco y negro capturadas durante casi una década en el robledal y transferidas el año pasado, manualmente, a madera. José imprime la imagen en un papel lo más fino posible. Después pringa de látex una plancha de madera previamente lijada, coloca la imagen sobre la plancha, la deja secar y con un trapo húmedo levanta el papel. Ha repetido este proceso unas 200 veces para la muestra, porque cada fotografía se compone a su vez, en función de si el formato es vertical u horizontal, de cuatro o nueve planchas de madera. Un trabajo laborioso cuyo resultado llama la atención. "Me gusta el carácter que coge la imagen sobre la madera, los bordes irregulares, que sean imperfectas...", asegura.