stamos viviendo un momento excepcional que, de manera temporal, nos ha obligado a variar nuestra forma de vivir y de relacionarnos socialmente. Pero esta situación no puede dejar abandonada, pudiéndose evitar, una parte de la producción agrícola familiar, ni las huertas de recreo.

El Real Decreto del pasado día 14 de marzo deja claro de momento, que podemos continuar con nuestros trabajos. Si tienes la agricultura como forma principal de ganarte la vida, ya seas propietario o trabajador por cuenta ajena, puedes continuar con las tareas agrícolas que las explotaciones requieran.

Pero ¿qué ocurre cuando la agricultura no es tu principal sustento? En una lectura restrictiva del Real Decreto, el que está haciendo la Delegación de Gobierno, no está permitido ir al campo más que a recolectar. Están denunciando, o avisando de denuncias importantes, sin además, seguir un criterio único en todo Navarra.

Según esta interpretación no se permiten tareas como regar, podar, tratar, plantar o sembrar. Hay que ser consciente que el campo no es una máquina que la desenchufas y cuando vuelves le das otra vez corriente, y si mantienes a tus clientes, vuelta a trabajar. El campo necesita en cada época, ¡y no en otra!, sus tareas, su dedicación, tiene su calendario. No se puede dejar abandonado una parte de nuestro campo que, en algunos casos, es la forma de complementar salarios insuficientes o pensiones raquíticas.

Porque debemos conocer que el campo, además de ser en nuestros pueblos una forma de entretenimiento para jubilados, también es una ayuda económica para muchas familias. Ni el gobierno, ni ningún ERTE solucionarán este problema, si no se riega, se trata, se planta o se siembra a tiempo.

Como ciudadano soy consciente de la necesidad y obligación de quedarme en casa para no contagiarme y no contagiar, como responsable público tengo la obligación, además de hacer todo lo posible por evitar los contagios, de exigir que no se salga de casa más que lo imprescindible, pero como responsable de agricultura en mi ayuntamiento, debo pedir que se permita hacer lo imprescindible para que el campo pueda continuar viviendo y eso no es solo recoger hortalizas,

Tengo el convencimiento que la ciudadanía se está comportando de manera ejemplar, cumpliendo de manera muy mayoritaria las ordenes de confinamiento que se han dado, pero siempre nos gusta reflejar lo extraño, lo singular. Si tres chavales van a un cuarto y los pillan parece que toda la juventud está en los cuartos, ¡qué no!, es una minoría insignificante quienes incumplen.

Por eso pido que confiemos también en los agricultores a tiempo parcial, que las normas se unifiquen en el sentido que ha hecho el Gobierno de Navarra, porque ya sea por miedo o por responsabilidad, las dos cosas nos deben valer, está gente estará en el campo lo imprescindible para hacer las labores necesarias.

Siempre quedan vías para los incumplimientos, hay medios y recursos, como se hace en tiempos de normalidad para hacer cumplir las normas. Pero regulen, unifiquen y permitan que la agricultura de apoyo familiar o el huerto de recreo, no se le deje abandonado durante esta crisis.

El autor es responsable de agricultura en el Ayto. de Corella