a historia de la humanidad también está llena de epidemias que diezmaron la población. Se cuenta que la conocida por Peste de Justiniano, en el siglo VI, llegó a matar a más de 100.000 personas al día. La peste negra que asoló Europa en el siglo XIV, produjo la muerte de un tercio de la población, entre 25 y 33 millones de los 75 millones que tenía entonces el continente. En Navarra entró la primavera de 1348 por el camino de Santiago. Con una población debilitada por años de malas cosechas, algunos valles llegaron a perder más de la mitad de su población, desapareciendo algunos pueblos. La viruela fue otra constante a lo largo de la historia, con un saldo de millones de vidas hasta que el Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró erradicada la enfermedad en 1980. Con una tasa de mortalidad del 15%, afectaba sobre todo a los niños, de ahí que también fuera conocida como el cuchillo de los niños. Asimismo, hasta que se supo de la transmisión de naturaleza fecal-oral del cólera, se han descrito siete pandemias desde 1816.

En el siglo XX destacaron tres pandemias, sobre todo la conocida como la gripe española, la más letal con una estimación entre 20 y 100 millones de personas fallecidas en el mundo, un baile de cifras que es constante en esta historia negra. Se estima que infectó a unos 500 millones de personas, un tercio de la población, con una tasa de mortalidad del 10-20%. Si bien se cree que su origen fue en Asia, otras voces aseguran que el primer brote se produjo en Estados Unidos. Lo cierto es que llegó a Europa con las tropas que viajaron a combatir en la Primera Guerra Mundial. Al respecto, España se mantuvo al margen y fue el primer país en el que los medios de comunicación se hicieron eco de la nueva gripe, que tuvo especial incidencia en Madrid, en la primavera de 1918. Más de la mitad de la ciudad, entonces con unos 600.000 habitantes, enfermó, entre ellos el rey Alfonso XIII. El virus influenza mutó y en septiembre hubo una segunda onda epidemiológica que entró en Navarra por el norte, procedente de la muga de Irún y pronto se extendió por toda la comunidad foral.

Además de su alta mortalidad, 25 veces más que una gripe normal, este virus influenza se cebó entre las personas jóvenes, de entre 20 y 40 años, eran especialmente susceptibles, algo poco usual y que se podría explicar por la hacinamiento masivo de soldados y porque las personas de edades avanzadas podían haber tenido anticuerpos de brotes anteriores. Al igual que ahora, para evitar su propagación se implementaron diferentes medidas como el aislamiento de afectados, cuarentenas, y el cierre de lugares públicos. La vacuna contra la influenza llegó en 1945, un virus que está mutando constantemente en un carrusel de combinaciones.

Algunos expertos comparan el COVID-19 con el virus pandémico N2H2 de 1957, un nuevo virus común en patos silvestre que se cruzó con una cepa que afecta a los humanos. Procedía también de China y se originó en febrero en la provincia de Guizou, de dónde pasó a la provincia Yunán, el principal foco. A Hong Kong y Singapur llegó en abril, desde dónde se expandió a otras partes de Asia. A Estados Unidos llegó en verano. En España entró por Bilbao, infectando a un tercio de la población. Uno de los picos fue en octubre de 1957 y afectó especialmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes, coincidiendo con el efecto de agrupamiento de la etapa escolar tras ese primer verano. Hubo una segunda oleada en el invierno del año siguiente, que afectó sobre todo a adultos.

La OMS calcula que causó entre 1-4 millones de muertes en el mundo. En España se estima que fallecieron en torno a 10.000 personas y que enfermaron más de cuatro millones. Gracias al rápido desarrollo de una vacuna y la disponibilidad de antibiótico se consiguió frenar su propagación.

La última pandemia del pasado siglo fue en 1968, y se conoció como la gripe de Hong Kong, ciudad en la que se aisló una cepa de virus A (H3N2), en la que se registraron 500.000 casos. Pero su origen también era el sureste de China, en julio de 1969. Su expansión fue parecida a la de la gripe asiática. Así, saltó a Hong Kong, y en septiembre ya había llegado a Estados Unidos, traída sobre todo por soldados que volvían de Vietnam. Si bien la mortalidad en Estados Unidos fue alta, en Europa fue baja. Causó, al menos, un millón de muertos. Este virus es la variante más habitual en la gripe estacional y sigue en circulación en la actualidad.

El siguiente episodio fue la gripe aviar, originaria también de China, causada por el virus A(H5N1). Se detectó por primera vez en humanos en 1997 en Hong Kong. Afectó a 18 personas, de las que murieron seis. Reapareció en 2003, extendiéndose en los años siguiente por Asia para llegar más tarde a Europa y África, con millones de casos en aves. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2003 y 2017, mató a más de 450 personas, sobre todo en el sureste asiático. Además, en marzo de 2013, apareció en China otra cepa de la gripa aviar, la H7N9, que causó la muerte a más de 200 personas.

La primera gran epidemia del siglo XXI fue el SARS, Severe acute respiratory syndrome, apareció en Asia y era una enfermedad que afectaba severamente al sistema respiratorio y no era causada por un virus de influenza, sino por un coronavirus nunca antes conocido y de probable origen animal. La OMS, que acusó a las autoridades chinas de ocultar información, declaró en marzo de 2003 una alerta internacional por el brote, que dio por controlado cuatro meses después con un balance de más de 8.400 contagiados y 812 muertos en una treintena de países. También se tomaron medidas de contención epidémica basadas en el aislamiento y la cuarentena, las restricciones de viajes hacia las zonas afectadas, la detección de febriles entre quienes abordaban las naves aéreas y la vigilancia epidemiológica a nivel mundial.

En 2012 apareció otro coronavirus , en esta ocasión en Arabia Saudí, fue el MERS, síndrome respiratorio de Oriente Medio, transmitido principalmente por las secreciones nasales de los camellos. Casi todos los contagiados, aproximadamente un millar, estaban vinculados con la península arábiga. Según la OMS, se registraron 1.321 casos de infección en todo el mundo, con 466 muertes, con una tasa de mortalidad de en torno al 30%.

La pandemia de la gripe porcina, ocasionada por el virus de la influenza A subtipo H1N1, afecto al mundo entero entre 2009 y 2010, y según datos de la OMS, 18.500 personas murieron por la enfermedad. El virus se detectó por primera vez en Estados Unidos, en abril. Se estima que una de cada cinco personas en el mundo resultó infectada entre 2009 y 2010. No obstante la tasa de mortalidad fue muy baja, del 0,02%. En este caso, los niños fueron uno de los grupos más afectados, a diferencia de las personas mayores, menos vulnerables. Pronto se desarrolló una vacuna. La OMS declaró la gripe como pandemia en junio de 2009, cuando se habían detectado casos en 74 países. El fin se declaró 14 meses después, en agosto de 2010. Si bien se confirmaron 18.500 muertes según la OMS, investigaciones posteriores elevan esta cifra hasta 500.000 personas.

En este repaso de las epidemias es obligado detenerse en la del ébola, que se registró en África ente 2014-2016. Se registraron más de 28.000 contagios y 11.000 muertes, sobre todo en países africanos.

Pero si hay una pandemia que destacó durante el pasado siglo fue la provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca la enfermedad del sida. Los primeros casos se identificaron a principios de la década de los 80 en Estados Unidos, una pandemia que continúa siendo uno de los mayores desafíos de salud pública del mundo, sobre todo en país con menores rentas per cápita. Según la OMS, desde que surgió, unos 32 millones de personas han muerto por causas relacionadas con el VIH.

Si bien el origen de este virus no se sabe con certeza, se apunta a un virus similar hallado en chimpancés y gorilas en África Central, conocido como SIV, pero sigue siendo una incógnita como se transmitió a los humanos. Aunque no hay cura, se ha convertido en una enfermedad crónica.

El número de muertes durante la gripe española en todo el mundo oscila entre 20 y 100 millones, según diferentes fuentes

La gripe asiática y la de Hong Kong fueron menos letales por el desarrollo rápido de una vacuna y la disponibilidad de antibióticos