- "Lo ideal es que los sanitarios pasemos desapercibidos, esa es siempre buena señal", afirma Iñaki Marcos, médico de atención primaria en el consultorio de Oronoz-Mugaire, y Director de la Zona Básica de Elizondo. Está claro, como también lo está, que estas últimas semanas los sanitarios se han convertido en la punta de lanza de la sociedad, en el eslabón entre el bienestar y el coronavirus. Siempre están al servicio de la gente, y si bien es cierto que la ciudadanía los respeta y valora, desde que empezó la crisis sanitaria su labor se está valorando mucho más.

Iñaki Marcos conoce bien a sus pacientes, y conoce bien Baztan, no en vano, aunque es de Burlada, lleva media vida ejerciendo de médico de atención primaria en Baztan, y en Oronoz-Mugaire, en concreto, los últimos años. Han pasado muchos años desde que en enero de 1993 desembarcara en Baztan con la ilusión de un joven médico dispuesto a dar lo mejor de sí para ayudar a sanar a la gente. En 2006 consiguió la plaza en Oronoz-Mugaire, y desde entonces, ahí sigue, al pie del cañón, con la misma ilusión, y mucha más experiencia.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces, recuerda, "cuando empecé, al llegar a la consulta había una larga cola de 30 personas esperando", con los años, se agregó personal administrativo y se empezó a atender con cita previa. "En estos pueblos pequeños la consulta del médico a sido siempre un lugar para socializarse, para relacionarse con los demás vecinos, pero esto ha cambiado, y mucho más ahora, con la crisis sanitaria", comenta. A mediados de marzo, cerraron las puertas de las consultas médicas, y la forma de atender a los pacientes ha cambiado, ahora, los pacientes llaman y son atendidos por el personal administrativo, que más que nunca, es clave en la atención primaria, "antes cuando venía un paciente no sabías qué le pasaba, ahora, por teléfono le indican al personal administrativo qué tienen, y los derivan al médico, al personal de enfermería o a los servicios sociales, es mucho más efectivo, y se optimiza el servicio". Es el modus operandi desde que comenzó el estado de alarma, pero seguramente todavía seguirán funcionando así un tiempo.

Como médico de la consulta de Oronoz-Mugaire, sigue en contacto con sus pacientes, ya sea por vía telefónica, o con atención personalizada, in situ, en la consulta o en los domicilios. "Están siendo semanas de mucho estrés, sobre todo al principio de la pandemia, porque era algo totalmente desconocido para todo el mundo", dice, "cuando todo empezó pensábamos que sería algo como la Gripe A, que se le dio mucho bombo pero al final no fue para tanto, pero enseguida nos dimos cuenta de que esto era mucho más serio, porque con el COVID-19 moría mucha gente". Además de atender a los pacientes, han tenido que aprender mucho, estudiar, investigar, sobre el tema, ya que no había nada. "También ha habido muchos cambios, cambios de protocolo constantes, conforme se iba sabiendo más sobre el coronavirus". A través de las vías oficiales han recibido mucha información, pero también han seguido en contacto con otros compañeros de diferentes comunidades, o a través de twitter, donde colegas informaban de sus vivencias, y con todo, ahora están mucho más preparados, a nivel teórico y también en lo que respecta al material.

Como la gente ha estado confinada, el trabajo típico de la consulta ha bajado, las patologías típicas del día a día se han reducido mucho, aunque han seguido atendiendo pacientes, en consulta y a domicilio, sobre todo personas mayores, que según comenta, "se han portado de 10". Reconoce que se ha encontrado con mucha gente mayor con el miedo metido en el cuerpo. Ante este miedo, Iñaki les receta un remedio infalible, "no ver la televisión".

Ahora que la sociedad ha empezado a salir a la calle, la cosa cambia. Por un lado, ya han empezado a atender a más gente en la consulta, porque se han caído, porque se han hecho heridas... y demás, "es normal, estamos recuperando la rutina", pero ante la desescalada, advierte: "tenemos que seguir como hasta ahora, el virus está acorralado, pero sigue entre nosotros, no hay que relajarse", insta a extremar precauciones, "ahora más que nunca".

"El coronavirus está acorralado pero sigue ahí, entre nosotros, todavía no hay que relajarse"

Médico de Oronoz-Mugiare-Director de la Zona Básica de Elizondo