- El derribo del edificio del Grupo Oscoz 12-14 será en agosto tras comprobarse, al poder entrar en el inmueble, que el proyecto inicial no contemplaba ni la eliminación de fibrocemento ni el tratamiento de escombro mezclado. El Ayuntamiento de Pamplona aprobó ayer la modificación del contrato, ya que para hacer frente a los nuevos trabajos se han habilitado partidas presupuestarias que suman un total de 41.873 euros (IVA incluido). Las obras de derribo fueron adjudicadas a Construcciones y Desmontes Ribera Navarra, S.A. por un importe de 101.821 euros.

En ruinas, el edificio del Grupo Oscoz 12-14 es uno de los inmuebles más antiguos del barrio de la Rochapea y está declarado fuera de ordenación por el planeamiento vigente. En el momento de realizar el proyecto estaba totalmente cerrado, con las ventanas y puertas tapiadas para evitar el acceso, ya que había sido objeto de intrusismo y ocupación ilegal. Esta situación hizo imposible al equipo técnico redactor del proyecto del derribo la visita al interior del edificio.

Los arquitectos encargados, Javier Lana Moreno y Joseba Echaide Izquierdo, tomaron como referencia para su trabajo las características constructivas del resto de edificaciones del Grupo Osco que ya conocían porque se habían encargado de redactar el Plan de Intervención Global (PIG) del Grupo Oscoz impulsado por Pamplona, Centro Histórico (PCH).

Cuando se pudo acceder al interior del edificio en los momentos previos al derribo se comprobó que existían algunas bajantes y una chimenea realizadas con fibrocemento, material cuya retirada requiere de medidas preventivas específicas de acuerdo a las disposiciones de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto. Las características y el volumen no permitían retirar estos elementos de fibrocemento como residuo genérico al mismo tiempo que se hacía el derribo sino que era necesario un nuevo estudio y su tramitación.

Además, la estructura del edificio no era de hormigón armado como el resto de edificaciones del Grupo Oscoz, sino que mezclaba elementos estructurales de hormigón, muros de carga y forjados de madera lo que generaba escombros mezclados y no limpios incrementándose el gasto en la gestión. Por otra parte, el Servicio de Alumbrado municipal indicó que, previo al derribo, era necesario realizar el desmontaje del alumbrado público existente en la fachada del edificio y su traslado a las fachadas de los edificios colindantes.