- La realidad de cada municipio es diferente y todos tendrán que adaptarse al nuevo escenario que dibuja la crisis sanitaria. En algunas localidades de la Comarca de Pamplona, por ejemplo, no han abierto todavía las puertas de los centros de 0-3 y harán lo propio en septiembre, mientras que en otros lo han hecho de manera muy sutil, sólo con algunas incorporaciones durante horas en el marco del periodo de adaptación.

En el Valle de Egüés la jornada de ayer se vivió “con normalidad y sin incidencias”, tal y como señalaron desde el centro de Sarriguren. Cuentan aquí con dos escuelas infantiles, en euskera y castellano, y otra en Gorraiz. “La incorporación de momento no es al cien por cien, hemos dado un margen de flexibilidad a las familias para que sea en agosto o en septiembre, y de momento los que vienen lo hacen una hora al día. Ya en septiembre vendrán todos los txikis”, explicaron. Todavía cuentan con plazas libres porque “ha habido alguna baja por la pandemia. Hay familias que, si se pueden apañar, se quedan con ellos en casa, porque están teletrabajando o de ERTE”, asumen.

Es una estampa muy diferente a la de otros años. No hubo grupos de padres y madres esperando a las puertas de los centros, ni accesos colapsados y apenas jolgorio en una jornada extraña. En municipios como Zizur Mayor o Huarte no han abierto todavía. Tal y como explicaba ayer Piluka García, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Zizur Mayor, el escenario de apertura se presenta “incierto. Nosotros ya abrimos en junio porque testamos la opinión de las familias y un tercio nos dijo que sus hijos e hijas asistirían, así que también nos permitió ver las reacciones. Se ha mantenido contacto directo con las familias y de los 92 matriculados vinieron 23 menores”, señaló.

Han estado trabajando durante este verano el Plan de Contingencia, que están ahora ultimando antes de levantar la persiana manteniendo las distancias y los aforos reducidos, que se suman a esas “unidades burbuja” que sólo mantienen el contacto entre sí, en espacios comunes reducidos. “Tenemos ganas de empezar, hay que proteger la educación escolar de los más pequeños, aunque haya que ir día a día”, valoró García.

En Huarte tampoco han abierto todavía las escuelas infantiles. Tras el cierre el año pasado de Pérez Goyena -el edificio no cumplía con el protocolo antiincendios, entre otras cuestiones-, los menores fueron trasladados a las antiguas escuelas Virgen Blanca, rebautizado como edificio Plazaldea, donde comenzarán ciclo en septiembre. “Se ha aprovechado el verano para hacer algunas reformas, obras de mejora que han durado apenas dos meses para adecuar y reorganizar los espacios. Ahora estamos ultimando el Plan de Contingencia”, señaló ayer el concejal Josean Beloki desde el Ayuntamiento de Huarte. Avanzó, además, que todavía no tienen claro el futuro del anterior edificio. “Tendrá que haber un debate. Necesita de unas reformas muy importantes, que requieren una inversión muy potente, y de momento existen otras prioridades”, indicó.