- “Tenía que gritar al mundo lo que estaba sintiendo”, asegura la pamplonesa de 24 años Nekane Ibero, profesora de guitarra en la Escuela de Música Luis Morondo de Barañáin y compositora de la canción Habitación 40, un homenaje a su abuela Julia, que falleció hace unos meses por alzhéimer. La canción ha tenido tanto éxito que forma parte del documental Recuérdame. El principio de la desconexión, que se estrena el próximo 21 de septiembre, Día Mundial del Alzhéimer. En él, Nekane también narra la historia de su abuela, Julia Echeverría Berrio (6 hijos, 13 nietos y nacida en la calle Jarauta), que falleció a los 75 años de edad.

“Al principio eran despistes tontos. No sabía la hora o qué año era y creía que la gente le robaba su dinero”, recordó Nekane. Sin embargo, el alzhéimer avanzó “muy, muy rápido” y la familia vio que “no se le podía dejar sola en ningún momento”.

Julia era usuaria de la clínica geriátrica Josefina Arregui, en Alsasua, pero por “problemas de estómago” le trasladaron al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) y de ahí a San Juan de Dios, donde pasó sus “últimos dos meses y medio”.

Durante el tiempo que estuvo ingresada en San Juan de Dios, Nekane no paró de cantarle canciones con su guitalele porque “aunque ya no nos reconocía ni sabía expresarse, necesitaba conectar con ella”, confiesa. Y vaya si lo consiguió porque cada vez que empezaba a tocar el guitalele Julia comenzaba a cantar la canción entera: “Era impresionante cómo se podía expresar a través de la música. ¿Cómo te puedes acordar de las letras de las canciones y no de quién soy?”, se preguntaba Nekane.

La música que más le gustaban a Julia era la de guitarra clásica: “Le encantaba la canción Romance Anónimo y la del Concierto de Aranjuez. También le tocaba villancicos y muchas de San Fermín porque era muy sanferminera”, apunta.

Nekane reconoce que cuando ingresaron a su abuela en San Juan de Dios llegaba a casa “destrozada porque mi madre y mis tías me decían que al hospital había que ir llorada de casa. Entonces, no podía ir y ponerme a llorar ahí porque mi abuela esas sensaciones sí que las recibía y no eran buenas para ella”. Por lo tanto, Nekane necesitaba transmitir “de alguna manera, de alguna forma” cómo se sentía y una tarde estaba en su casa “muy emocionada” y le salió toda la letra y la música: “Fue una manera de quitarme un peso de encima”, comenta. Nekane no sabía qué título ponerle a la canción: “No se me ocurría nada, solo quería que no fuese muy deprimente”, señala. Un primo suyo, Josu, le preguntó por qué no llamarla habitación 40, dónde Julia había estado ingresada los dos meses y medio: “Era perfecto porque últimamente todo había sucedido allí. La habitación se convirtió en el salón de nuestra casa. Pasábamos muchas horas allí, veíamos la tele, nos echábamos la siesta, tocábamos la guitarra e incluso jugábamos a las cartas”.

Durante el confinamiento, Nekane cantaba Habitación 40 desde el balcón de su casa en el Soto Lezkairu. El éxito fue tal que los productores del documental Recuérdame. El principio de la desconexión se pusieron en contacto con ella para que saliera interpretando la cancióny además contara la historia de su abuela. “No me esperaba para nada tanta repercusión”, reconoce. El documental se estrena el próximo 21 de septiembre, Día Mundial del Alzhéimer, en Barcelona, pero también habrá proyecciones en Navarra: el día 25 a las 19.30 horas en el centro cultural de Noáin, el día 27 a las 18.00 horas en la casa de la cultura de Artica y el día 28 en el hotel El Toro. Antes de cada proyección, Nekane interpretará su canción Habitación 40.

“Tenía la necesidad de gritar

al mundo todo lo

que estaba sintiendo”

Compositora de Habitación 40