El equipo territorial del Pirineo “Gu Pirinioa-Somos Pirineo”, en su propósito de fortalecer el futuro del sector ganadero y agrícola, ha organizado esta semana una jornada informativa en la que se ha reflexionado en torno al problema del relevo generacional en el sector primario de la zona pirenaica. Bajo el título “El relevo generacional. Un reto y una apuesta necesaria para los territorios”, la jornada se desarrolló de forma íntegra en formato online (está disponible en la página de YouTube de GuPirinioa), y contó con la participación de medio centenar de personas: productores, profesionales del sector, entidades locales y otros agentes como LurSarea, INTIA y Cederna Garalur.

Esta actividad se enmarca dentro de las acciones que ha puesto en marcha el Plan del Pirineo, coordinado e impulsado por la Dirección General de Proyectos Estratégicos del Gobierno de Navarra. Este Plan busca, en colaboración con agentes y entidades del propio territorio, dinamizar el desarrollo de una zona que presenta problemas como escasez y envejecimiento poblacional, disminución de servicios básicos e infraestructuras o la falta del mencionado relevo generacional.

De hecho, según datos del Registro de Explotaciones Agrarias de Navarra del año 2019, en el Pirineo existen aproximadamente 440 explotaciones agrarias, lo que supone el 3% del total de las de Navarra y desde el año 2013 hasta la actualidad, el número de estas explotaciones ha ido cayendo de forma constante, hasta reducirse en un 23%.

APOYO A JÓVENES La apertura de la jornada corrió en primer lugar a cargo de Joseba Martínez, representante de la Mesa del Pirineo y dinamizador del grupo de trabajo “Sector Primario-Lehen Sektorea”, quien puso en valor el trabajo de la Mesa y su planteamiento de “intentar revertir un poco la situación e intentar ayudar al sector para que de una manera renovada pueda ir hacia adelante”. Asimismo, Natalia Bellostas, directora gerente de la sociedad pública INTIA, trajo a colación los espacios test agrarios como una manera de “impulsar la instalación de jóvenes en el sector” y a continuación, Rubén Goñi, director general de Proyectos Estratégicos, señaló la importancia de “impulsar y apoyar entre todos el relevo generacional en un sector que tiene un carácter estratégico”.

La ponencia principal corrió a cargo de Zoe Brent, investigadora de Transnational Institute y experta en soberanía alimentaria y políticas en materia de alimentos, tierras y aguas. Brent hizo hincapié en la existencia de una crisis sistémica en la estructura del sistema alimentario, que debería caminar hacia unos modelos de producción más sostenibles y diversificados, basados en la agroecología, y que respondan a las nuevas demandas de la sociedad

otras experiencias Durante la jornada se compartieron varias experiencias innovadoras llevadas a cabo en diferentes lugares para intentar favorecer el relevo generacional en el sector. Así, Neus Monllor habló de la Red de Espacios Test Agrarios, una experiencia que ya se ha puesto en práctica en Francia y que lleva dos años desarrollándose a nivel estatal. Los espacios test son un lugar de experimentación en el que los jóvenes pueden “simular” la puesta en marcha de su negocio en el sector primario, sin afrontar muchos de los riesgos que conlleva el iniciarse de forma efectiva. Después, Kattalin Sainte-Marie mostró la iniciativa Trebatu, de Iparalde, que trabaja desde 2016 con este tipo de espacios test y que ya está consiguiendo resultados positivos.

Por otra parte, Nadia López contó su experiencia dentro de la Asociación Basortu Elkartea, de Zeberio (Bizkaia), creada para facilitar la incorporación de los jóvenes a la agricultura, así como el trabajo que realizan dentro de la conservera colectiva Maskilu. Por último, Marijo Imaz, del Ayuntamiento de Orduña (Bizkaia) presentó ‘Ekoizpen Orduña’, el servicio para el desarrollo agroecológico creado por el ayuntamiento para Orduña y su comarca, con iniciativas de fomento del consumo de producto local y el apoyo a la transición ecológica de sus explotaciones.

440 explotaciones. Desde el año 2013 hasta la actualidad, el número de las explotaciones del Pirineo ha ido cayendo hasta reducirse en un 23%, afectando especialmente a los valles de Aezkoa, Roncal y al pueblo de Luzaide-Valcarlos. Además, un 89% de las 440 explotaciones son gestionadas por personas físicas, que en el 50% de los casos son mayores de 58 años. Únicamente el 8% de los titulares físicos de explotaciones son jóvenes menores de 41 años, lo que demuestra el peligro en el que se encuentra el futuro del sector.