Todavía no está claro que vaya a ubicarse en Herrigune, pero el futuro Centro de Día de Barañáin parece ser una realidad cada vez más cercana. Los colectivos que trabajan desde principios de 2018 en estas instalaciones se han reunido con el Ayuntamiento para conocer de primera mano cuáles son sus intenciones, aunque aseguran que todavía “no hay nada claro” ni un proyecto cerrado, que no es seguro que se utilice este local, pero que el Consistorio “se ha comprometido a ofrecernos alternativas y desde Alcaldía nos han dado la palabra de que van a reubicarnos si finalmente se instala aquí”, ha avanzado Javier Izuriaga desde la Jai Batzorde, uno de los cuatro colectivos que -junto a Agin, la plataforma social y Plazaberri- utilizan el espacio.

Saltó la liebre hace ya un año cuando, tal y como dio a conocer este periódico, varias empresas se pusieron en contacto con las misioneras Dominicas de Barañáin ante la posibilidad de que las religiosas cedieran parte de sus amplios espacios para albergar en ellos una residencia y un Centro de Día. Las propuestas no prosperaron y en los últimos meses ha cobrado fuerza la posibilidad de integrar este servicio en Herrigune -un local de propiedad municipal ubicado en la avenida Comercial- para dar respuesta a una importante demanda vecinal liderada sobre todo por la Asociación Larrain y el movimiento de Pensionistas de Barañáin, y que todos los partidos políticos recogían en sus programas electorales.

“Parece que por las características y la ubicación encajaría bien, porque es un local con dos alturas y bastante amplio”, explica Izuriaga. Cuenta con cinco salas en la parte de abajo, una de las cuales utiliza Plazaberri (el medio de comunicación digital de Barañáin) de forma permanente. En las otras cuatro -una de ellas de 60 metros cuadrados- son varios los colectivos los que, de manera puntual, realizan charlas, proyecciones o cine infantil, entre otras. “De momento no tenemos ninguna alternativa ni ninguna propuesta por parte del Ayuntamiento. En dos o tres semanas volveremos a reunirnos y valoraremos la situación, estamos a la espera de lo que decidan. Tiene que ser una solución colaborativa y hay que encontrar un punto común que nos satisfaga a todos, porque nosotros entendemos perfectamente y estamos totalmente a favor de que haya un Centro de Día en Barañáin, no nos oponemos para nada”.

Tal y como indica Izuriaga, el convenio de cesión del local por parte del Ayuntamiento “es a cinco años, de los cuales hemos cumplido casi tres, pero incluye una cláusula para rescindir el contrato si existe una necesidad mayor por parte del pueblo. Nos pusimos en contacto con ellos porque queríamos cierta tranquilidad, saber qué iba a pasar, y nos han preguntado por los proyectos y las actividades que estamos llevando a cabo. De momento no sabemos de qué otros locales dispone el Ayuntamiento”.

Larrain y pensionistas

Sea donde sea, y aunque todavía no están claras las plazas (en su día se barajó la posibilidad de unas 30) ni el modelo de gestión, si será público o privado, el caso es que el Centro de Día es un servicio demandado desde hace años. Desde la Asociación de Personas Mayores de Barañáin Larrain y el movimiento de Pensionistas del municipio valoran que la propuesta de ubicarlo en Herrigune “se está desarrollando sin el contraste ni análisis adecuado. No conocemos el proyecto y creemos que en Barañáin hay espacios más adecuados porque este local no tiene acceso directo ni cercano desde la carretera, lo cual conllevará tránsito de vehículos por zonas peatonales y con un parque infantil contiguo. No cuenta con ventilación exterior adecuada y su tamaño y distribución es, a nuestro entender, insuficiente”, han señalado.

De hecho, consideran que la residencia de las Misioneras Dominicas “reúne por espacio, lugar y condiciones, mejores prestaciones. Y no solo como Centro de Día a corto plazo sino como posible ubicación de la futura residencia para personas mayores. Pero esta posible ubicación requiere de iniciativa municipal y colaboración del Gobierno de Navarra”. Les preocupa el carácter de las futuras instalaciones y aseguran que “la covid ha demostrado el fracaso del modelo de residencias asistenciales privadas. Cuando la salud se deja en manos de quienes lo ven como negocio económico, se acabó la salud. Por este motivo y con la lección aprendida no podemos dejar nuestra salud en manos privadas. Por ello, la atención a las personas mayores y a las personas dependientes se tiene que llevar a cabo desde servicios públicos, tanto en lo referente a su titularidad como a su gestión”.

Han exigido al Ayuntamiento la convocatoria del Consejo Sectorial de Personas Mayores “donde se presente el proyecto en su globalidad, tanto en lo que respecta a las medidas sociosanitarias, asistenciales como económicas”. Es algo que, según denuncian, han solicitado “en repetidas ocasiones” al equipo de gobierno por tratarse de “un marco municipal que en lo que llevamos de la actual legislatura, todavía no se ha reunido. Y los estatutos obligan a su convocatoria, al menos, dos veces al año”.

Reclaman más atención municipal a sus necesidades y reivindicaciones ya que “en una población de 20.000 habitantes, más de 6.000 superan los 60 años, lo que debería requerir una consideración y cooperación con las asociaciones de personas mayores y dotar de funcionalidad al citado consejo”.