Dos años han pasado ya desde que, con el objetivo de divulgar la historia local, la de mantener viva la tradición conservera y la de preservar las raíces de lo que fueron para no olvidar lo que son, abriera sus puertas La Fábrica Vieja, el Museo de la Conserva de San Adrián, y para celebrar este segundo aniversario han organizado una serie de actividades que se alargarán esta semana.

A la tarta conmemorativa y al soplido de velas que tendrá lugar este jueves a las 12.00 horas en agradecimiento a todas las personas que han pasado por este lugar a lo largo de estos años, se le suma el concurso de dibujo 'El Primer Espárrago del Año' que han organizado en coordinación con el colegio Alfonso X El Sabio.

Los alumnos del centro educativo participarán en este evento con el que, además de "dar a conocer la historia conservera y estimular el pensamiento creativo de los niños y niñas", con el diseño ganador se etiquetarán los 25 primeros frascos de espárragos de este año fabricados por Conservas El Navarrico.

Todos los trabajos presentados, insistían, se expondrán en el museo desde la última semana de marzo hasta finales de abril y, apuntaban, el dinero que saquen de la venta de dichos frascos lo donarán al colegio.

Además, la entrada al museo será gratuita todos estos días y los visitantes recibirán una grata sorpresa tras subir una fotografía a las redes sociales con la etiqueta #IIAniversarioMuseodelaconserva. Por último, destacaban, las compras que se realicen esta semana en la tienda de La Fábrica Vieja tendrán un regalo "de lo más gourmet".

Espacio interactivo

Este espacio cuenta con más de 300 metros cuadrados en el centro de la localidad ribera, en el lugar en el que hasta 1994 estuvo la fábrica de El Navarrico.

Se trata de un entorno vivo, interactivo y dinámico en el que enseñan el origen y el paso del tiempo en el mundo de las conserveras de la localidad ribera para entender su devenir. Y es que el progreso industrial de San Adrián, su desarrollo urbanístico y el cariz de su gente, tradiciones y costumbres van de la mano de este sector que cambió a esta población ya que a finales del siglo XIX apenas tenía 841 habitantes y ahora supera los 6.000.

El museo tiene tres áreas diferenciadas; una zona audiovisual con sala de proyección, otra parte dotada con tecnología de visión 360º y un área expositiva donde muestran herramientas y por allí han pasado colegios, asociaciones, empresas y muchos vecinos y curiosos a título particular.

En este lugar también han tenido que adaptarse a la situación epidemiológica para seguir ofreciendo visitas guiadas y para mantener abierta la tienda; han establecido tres horarios de entrada con reserva anticipada a las 10.00, 12.00 y 17.00 horas y han reducido el aforo a 6 personas porque "mantener la seguridad es ahora mismo la prioridad de cada una de las visitas con la idea de preservar y dar a conocer la historia conservera que ha hecho de esta localidad el pueblo que es hoy en día".