la calle del Padre Moret conservaba aún mucho de aquel aire castrense con que se le había dotado cuando, a fines del siglo XIX, se acometió la construcción del Primer Ensanche o Ensanche Viejo pamplonés. Fue entonces, el 18 de enero de 1890, cuando el Ayuntamiento otorgó una de las nuevas calles a José Moret Mendi, (1615-1687) jesuita pamplonés que se convirtió en cronista del reino y autor de los famosos Annales del Reyno de Navarra.

La imagen muestra una vista parcial de la calle, con uno de los cuarteles al fondo, y la entrada al Estadio Militar General Mola en primer plano. Arazuri publicó diversas fotografías de aquella instalación deportiva a fines de los años 40 y principios de los 50, aunque esta es probablemente la única que puede hoy reproducirse con cierta exactitud. Vemos que la entrada constaba de un pórtico hexástilo de gruesos pilares, que le daban un aire adusto y pesado.

la calle del Padre Moret tiene aún algo de aquel carácter hosco, carente de vida y actividad comercial, a pesar de que hace décadas que la mayor parte de las instalaciones cuartelarias fueron derribadas. Queda en su lugar, eso sí, la residencia militar que veíamos en la imagen de 1952, pudiéndose comprobar que en estos 69 años ha sido notablemente ampliada. En cuanto al estadio, el traslado de los cuarteles y el crecimiento urbano de la zona terminaron por ahogar su existencia, y fue finalmente clausurado. Llevaba, por cierto, el nombre de Emilio Mola Vidal, general fascista que protagonizó el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Sus proclamas exhortando a aniquilar a izquierdistas y nacionalistas deberían aún resonar en nuestros oídos, a pasar de que, si fuera por más de uno, tendría aún en Pamplona calles, plazas, estadios y una bonita sepultura con honores en el centro de la ciudad.