La importancia concedida a la indumentaria roncalesa ha hecho que el Ayuntamiento de Urzainqui haya promovido el proyecto Orratz Ondareak/Herencias de aguja e hilo, que consiste en la confección de seis trajes tradicionales para vestir a tres parejas de la localidad en las diversas festividades.

Se pusieron manos a la tarea en junio del año pasado, con el objetivo inicial de hacer la indumentaria que siempre les faltaba a la hora de tomar parte en actos oficiales o festivos. “Siempre andábamos pidiendo los trajes a la Junta del Valle”, recuerda el concejal Eneko Eguiguren.

Con este objetivo, hicieron un llamamiento desde el Ayuntamiento y una propuesta a las personas interesadas. “Se apuntaron 15. Ellas pusieron el conocimiento y el Ayuntamiento el material”, explica. Seguidamente, habilitaron un local municipal y en el que colocaron varias máquinas de coser. Desde Isaba recibieron técnicas de confección, aunque el proyecto ha sido liderado por las propias vecinas de Urzainqui.

Pronto fueron conscientes de que la actividad servía también para reunir a las mujeres que habitaban en el invierno en el pueblo. “El taller es como un nuevo centro social y de relaciones, a modo de costurero de época, en el que se conversa sobre temas variados. Y una cosa ha llevado a la otra.

El taller de confección se ha convertido en un recurso para recuperar el patrimonio oral como resultado de la riqueza de esas conversaciones entre las labores. Actualmente se encuentran recogiendo los testimonios de las protagonistas sobre los últimos 50 años de la vida en la localidad. Con estas entrevistas se elaborará un documental de 15 minutos cuya presentación aún no tiene fecha señalada.