y más concretamente en noviembre, mes en que se obtuvo la foto, las noticias inquietantes llegaban a la tranquila Iruñea generalmente desde el extranjero. El día 29, por ejemplo, festividad de San Saturnino, se conocía la noticia del asesinato de 4 monjas navarras en Stanleyville (Congo). Se trataba De Justa Álvarez, de Pamplona; Pilar Eslava, de Zuazu; Inés Pérez de Goyeneche, de Vidángoz, y Rosa Gorostiaga, de Arruazu. La noticia había causado gran impresión y, según informaba El Pensamiento Navarro se debió a la labor de agitación protagonizada por comunistas chinos presentes en el Congo.

La foto muestra una perspectiva de la calle Jarauta, en su primer tramo, con los arcos del atrio de San Cernin al fondo y una de sus torres coronando en alto. Un grupito de 3 hombres y 5 chiquillos se han detenido en la acera para observar una carrera popular, en la que un joven con el dorsal nº 45 parece mandar... al menos por el momento.

el paisaje urbano de 1964 apenas ha cambiado, aunque mucho nos tememos que podría desaparecer enteramente en breve, si se cumplen los incomprensibles planes municipales de derribar tramos enteros de esta calle, para levantar... vete tú a saber qué. Podemos además comprobar que el sitio exacto donde se paró el grupito de espectadores hace 57 años va ocupado por un clásico de la hostelería pamplonesa, el legendario bar Katu. Por lo demás, esta castiza calle pamplonesa, que durante siglos recibió el nombre de rúa de Pellejerías, va hoy dedicada al magistrado Joaquín Jarauta Arizaleta, alcalde de Iruñea en el año 1881, que a su muerte dejó a la ciudad buena parte de su fortuna.

En cuanto a los asesinatos de 1964, actualmente la ciudad de Stanleyville lleva el nombre de Kisangani (RD del Congo) y es un mamotreto de millón y medio de habitantes, donde mucho nos tememos que ya nadie se acordará de las pobres monjitas navarras.