Las generaciones anteriores, tanto hombres como mujeres, tenían que hacer un gran trabajo físico. Ahora las máquinas nos han facilitado mucho las cosas pero hemos impulsado el sedentarismo", destacan Maite Perurena Loiarte y Amaia Paz Vallejo, técnica de Inserción social y de Igualdad respectivamente de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Leitzaldea. Y es que en la sociedad actual se ha ganado en comodidad pero se ha perdido en actividad física, más si en el tiempo de ocio no se mueve el cuerpo. Conscientes de esta situación, han puesto en marcha el taller Ama tu cuerpo, dirigido a mujeres indígenas de Leitza.

"Nos han manifestado muchas veces que les gustaría hacer deporte y trabajar el cuerpo pero hemos visto que tienen dificultades para hacer ejercicio físico y eso muchas veces influye en su salud", observan. Lo cierto es que la mayoría realizan trabajos de asistencia y cuidados, con horarios que les permiten tener muy poco tiempo para ellas mismas, dificultad a la que suman otras variables relacionadas con las desigualdades de género y la pertenencia a minorías étnicas, según explican. "Hemos visto necesario ofrecer un espacio de cuidado corporal y personal que pretende ofrecer la posibilidad de tomar conciencia de la influencia que la vida cotidiana y los ámbitos psicológico, emocional y relacional tienen en el cuerpo, fomentando el apoyo mutuo y el empoderamiento de las mujeres", destacan.

Así, todos los lunes, de 17.30 a 18.30 horas en Atekabeltza, participan once mujeres de entre 20 y 53 años, la mayoría latinoamericanas. El taller comenzó el 22 de marzo y está previsto que finalice el 31 de mayo. "La valoración hasta ahora ha sido muy positiva. Las participantes están satisfechas, con una media de participación de 10 mujeres", observan.

No en vano, este taller les ofrece la posibilidad de identificar las señales que emite el cuerpo y cómo se pueden trabajar mediante técnicas de estiramientos y de trabajo de la postura corporal, una práctica que ayuda en diferentes aspectos como la disminución de las tensiones musculares, la mejora de la coordinación y disfrutar más de las tareas cotidianas. Además, les ayuda a tomar conciencia de las capacidades y particularidades del cuerpo y conocerse más. Para ello, se trabaja la flexibilidad y las zonas de tensión, la respiración y la propia conciencia corporal. Además, este tipo de ejercicio permite conciliar las necesidades entre las diferentes edades, practicar lo aprendido en su propia casa y enseñarlo a otras personas, según apuntan las técnicas