Subir por la carretera que lleva desde Aoiz hasta la presa de Itoiz es toparse con una gran masa de agua que el viento empuja hacia la orilla, contemplar desde su altura la salida del río Irati y, sobre todo, volver a los recuerdos.

Ángel Martín Unzué Ayanz, Carlos Oroz Torrea, Roberto Zazpe Bariáin y Javier Larrea Reta, alcaldes de Aoiz, Valles de Arce y Lónguida y Oroz- Betelu y vecinos de la comarca se encuentran por vez primera en el lugar con una sola mirada, la que provoca el sentimiento de que esa masa no estuvo antes ahí, donde siempre estuvo el río. Pero un día, una decisión política decidió cambiar el paisaje natural y la vida de muchas personas. De lo que ocurrió después, se ha vertido mucha tinta.

Tuvieron que pasar tres años para que se acercara hasta alli el agoizko Ángel Martín Unzué. Hoy todavía la vista le devuelve la lucha de Aoiz y la zona, de la Coordinadora de Itoiz. La vivió en activo mientras trabajaba en la fábrica.

En su visita, Carlos Oroz rememora los pueblos anegados más abajo, los que desaparecieron una vez comenzadas las obras del embalse en 1993. Él era entonces un joven estudiante igual que Roberto Zazpe, que frecuenta el sitio, aunque reviva el sufrimiento.

En el camino, Javier Larrea evoca con tristeza la nítida imagen de la cuesta de Aldunza, la vieja carretera a Oroz- Betelu, su extraordinario paisaje, los puentes y el recuerdo imborrable de la demolición de Itoiz, Orbaiz, pueblos afectados con Muniáin, Artozki y Nagore. "Aquello fue muy duro, un castigo", manifiesta.

Los cuatro sienten el peso de la memoria, el dolor de sus pueblos divididos. "Recuperar la vida normal llevó su proceso" afirma Unzué.

Conocen de primera mano la añoranza de quienes perdieron sus referentes. Y años después, la vida les ha llevado a representar la suma de todas esas voces para exigir con determinación la compensación por todo lo que ha dado a Navarra la obra hidráulica que soportan en su cabecera.

El Pantano les habla del paso del tiempo y de las lejanas promesas incumplidas, que defraudaron hasta sus defensores, (luz y agua gratis, inversiones de futuro...) .

"La derecha utilizó a Itoiz para comprar voluntades en Aoiz y los pueblos vecinos con caramelos envenenados y unas infraestructuras faraónicas e insostenibles", lamenta su alcalde. La realidad actual está muy lejos del progreso prometido.

"Itoiz nos ha llevado a ser la comarca más deprimida de todo el Prepirineo y Pirineo, en riesgo extremo de despoblación", subrayan.

La rabia de la manipulación y las mentiras del pasado se despiertan sin remedio en la gestión de la realidad de sus arcas municipales. Por su dedicación a sus respectivas alcaldías (repiten varias legislaturas todos salvo Unzué) saben bien que ya en 2011, la Fundación Itoiz-Canal de Navarra dejó de recibir fondos del Gobierno, hasta que se disolvió en 2014.

Entonces los ayuntamientos comenzaron a reclamar el dinero estipulado para financiar proyectos con cargo a este ente. "Se nos quedaron sin hacer muchas cosas en el Ayuntamiento y hemos perdido la contribución territorial con el cambio de tributación que nos ha perjudicado", apunta Carlos Oroz.

LA FUENTE

Dice un proverbio de la cultura china "Cuando bebas agua, recuerda la fuente". Puse bien, este es el sentido de la demanda conjunta de los alcaldes. Insisten al Gobierno con el empobrecimiento de sus territorios, mientras generan riqueza para Navarra y le piden que no olvide de dónde viene el agua. La cohesión territorial va también de esto.

Hay una propuesta conjunta sobre la mesa que consideran su punto de partida para trabajar en la futura comisión aprobada por unanimidad recientemente en el Parlamento: la solicitud de una compensación por medio de un canon no finalista mientras dure la afección, ser gestores de la misma y destinarla a los proyectos oportunos.

Son los cuatro transmisores de una situación que consideran "injusta e insostenible". Aoiz lo ha interiorizado, Arce quiere seguir adelante con sus proyectos, Lónguida, recuperar la confianza y Oroz -Betelu dice que hay que terminar la tarea pendiente. Definitivamente, es el momento.