El cuerpo humano como un lienzo en el que reivindicar, sensibilizar y concienciar acerca de la importancia de preservar el entorno y el medio ambiente. Este es el reto que se marcaron los lodosanos Maite bravo, que vive y trabaja en Cambridge en un colegio de Educación Especial y David Encina, peluquero en la localidad ribera, y para lo que impulsaron una performance y una jornada de movilización ciudadana que culminó con un body painting que dejó a todos boquiabiertos.

Aunque entre ellos no existía una relación previa, fue David el que, gracias a los trabajos que Maite sube a las redes sociales utilizando esta técnica pictórica, le animó para colaborar y hacer algo que dejase huella y que sirviese para remover conciencias. "Desde el principio supimos que queríamos hacer un cuerpo entero pero no solo con pintura, sino con diferentes técnicas artísticas", cuenta Maite.

Desde el 1 de enero han sido muchas las llamadas, mensajes y correos electrónicos que han intercambiado con bocetos, dibujos, ideas y alternativas hasta dar con la tecla de lo que querían plasmar y que muchos lodosanos vieron sobre el escenario de El Ferial; un body painting , hermana de Maite, que no dejó a nadie indiferente.

"La idea era transmitir la magnificencia de la naturaleza hasta mitad de cuerpo, con colores vivos, vibrantes y después, de cintura para abajo, mostrar cómo la contaminación, la basura y el fuego, entre otras cuestiones, se van comiendo esa naturaleza, ese brillo. Reflejamos también la muerte de los animales; de ahí el oso con medio rostro en esqueleto simulando la sequía, y las botas estaban llenas de musgo y flores negras. En la espalda, además, aparece la ventana de un submarino por la que se ve a un pez con una máscara que emula la contaminación del mar", afirma Maite, que se encargó de esta parte mientras que David se centró en el tocado de fantasía con el que reflejó "la grandeza de la naturaleza. Con los cuernos simulé a los animales y para recrear todo utilicé materiales naturales y vegetales".

Maite tuvo la ayuda de su prima Ángela Díaz y estuvieron sin parar de pintar desde las 11.00 hasta las 19.00 horas. Aunque ya ha pintado muchísimos bustos, lo cierto es que era el primer cuerpo entero que realizaba y lo tiene claro: "Repetiré". Su mayor temor, insiste, era no terminarlo para las 19.30 horas, que era cuando presentaba el trabajo en sociedad. "Pensaba que lo iba a llevar peor, sobre todo la gestión del tiempo, pero gracias a la ayuda que tuve todo salió muy bien. Es algo que me ha gustado muchísimo".

También estuvieron al pie del cañón Martha Salinas, Iván Haro, Carmen Marzo y Amelia Sanz, que se encargó de la falda. "Fue un gran trabajo en equipo".

Leire estuvo escondida en la puesta de largo del proyecto y, como si de una pasarela se tratase, desfiló por el escenario de El Ferial. Después bajó para que todos lo pudiesen apreciar mejor y, además, dejando a un lado la vergüenza, se fue al Paseo, la plaza del municipio, donde muchas personas quedaron sorprendidas.

"Es algo que en Lodosa no se había visto y como no sabían qué se iban a encontrar, alucinaron, es algo inusual", asegura Maite, algo que comparte David: "La gente no se esperaba algo tan chulo, tan bonito y creo que les sorprendió y gustó mucho".

Actos paralelos

La jornada contó con una recogida de residuos que partió desde el final de las pistas y llegó hasta el mirador; sacaron doce sacos grandes de basura llenos de latas, bolsas y muchos, muchísimos envoltorios de chicles.

Además involucraron a los txikis de Lodosa, "a la generación más accesible, a los que ahora están educándose y formándose" y les contaron un cuento vinculado al medio ambiente y realizaron dibujos con ellos. "Estamos satisfechos porque creemos que es una aportación buena, una manera de ayudar y de poner nuestro granito de arena. Ha sido, en general, algo muy, muy positivo. Me quedo muy contento de haber trabajado con Maite, que es una artistaza, y de haberlo podido sacar adelante", finaliza Encina.