Hay estos días un coro crispado de voces en Figarol (concejo dependiente de Carcastillo) en torno a su laguna Dos Reinos. El aspecto de sequía que presenta el humedal los últimos años afecta a la sensibilidad vecinal que reclama el cuidado merecido dada su condición de Zona de Especial Conservación (ZEC).

La gestión del agua, la Comunidad de Regantes y la responsabilidad política están detrás de la cuestión que preocupa a vecinos como Javier Ozcoz, voz del grupo Llenado de la Laguna. “Creemos que están dejando que se seque y no estamos dispuestos a dejarla morir”, manifiesta.

Zona de Especial Conservación

La laguna artificial de 31 hectáreas con unos 12 de balsa tiene 1,60 metros en su parte más profunda. Es una de las 26 zonas de Especial Conservación (ZEC) existentes en Navarra, LIC, Zona Especial de Protección de Aves y pertenece a la red Natura 2000. Debe su nombre oficial, La Estanca de Dos Reinos, a su ubicación entre Navarra y el vecino Aragón. La balsa artificial fue construida a finales de los 50 por el Ministerio de Agricultura con motivo de las obras del Canal de Bardenas. Cedida con posterioridad al Gobierno de Navarra, desde entonces, mantiene un uso natural-recreativo.

Es la laguna de Figarol, pueblo de colonización levantado en 1962, en el que creció el vecino Javier Ozcoz. Como él, la vecindad estableció con ella un vínculo sentimental a base de domingos de comidas familiares, de días de pesca después de la escuela, que el año pasado cerró sus puertas. Visitarla es para él gozar de su flora y fauna , custodiarla y cuidarla en la medida de sus posibilidades. Él y otros vecinos constatan que desde hace varios años la laguna no mantiene su caudal.

Es un enclave de muchísimo valor, pero en los últimos años vemos cómo baja su nivel de agua. No se están haciendo las aportaciones suficientes y tampoco llueve. Ha habido días en los que daba verdadera pena ver a los peces en el fango acumulado. Cada vez tienen menos oxígeno y algunos mueren porque el agua es cada año de peor calidad”, lamenta.

La laguna alberga hábitats naturales representativas de la diversidad biológica de Navarra: flora (juncales y matorrales de sosa, espartales y carrizos) y fauna silvestre (principal valor de conservación de aves acuáticas), alguna de ellas en peligro de extinción, área de aves de paso y de anfibios .

"Afecta sobremanera a las aves acuáticas"

“La falta de agua con pérdida de caudal afecta sobremanera a las aves acuáticas”, recalca Javier. Lo mismo vigila el humedal que limpia las acequias de manera voluntaria y desbroza sus orillas para que el agua entre y corra mejor. Está atento, no pasa por alto los restos materiales del paso humano por las inmediaciones. Forma parte de ese voluntariado que vigila la laguna. Profesionalmente, la vigilancia corresponde al Guarderío de Medio Ambiente de la demarcación de Tudela.

Junto a Ozcoz, una decena de vecinos trabajan para que se cumpla la legislación en esta materia. D.F37/2016, de 1 de junio por el que se designa la laguna como ZEC y se aprueba su plan de gestión en base a su objetivo final. “Pedimos que se mantenga tal como recoge la publicación”. Es decir: “garantizar un régimen hidrológico y una calidad de agua que posibiliten la conservación de las características ecológicas del humedal. Y su objetivo operativo, mantener la laguna en unas condiciones hídricas óptimas para la conservación de sus valores naturales”.

Discrepancias

La laguna de Figarol también está en boca de sus agricultores. El plan de gestión de la ZEC establece que el Sindicato de Riegos de Figarol compense las eventuales bajadas de nivel del humedal (debidas a la evapotranspiración) con sus excedentes en la época de riego (primavera y verano).

Los agricultores sostienen que ellos ya pagan por su reserva de agua para tener derecho a riego y que mantener el humedal es responsabilidad del Gobierno.

“Regar nos cuesta dinero y no se puede llenar la laguna a costa de quitarnos el agua a nosotros”, expresa, entre otros, el vecino y agricultor, Jesús Moriones. Añaden que “este verano se nos ha restringido el riego para darle agua ala balsa. Esta laguna nunca ha interesado”, señalan al tiempo que se preguntan a dónde ha ido a parar el dinero de las subvenciones de Europa al ser espacio protegido y estar en la red Natura 2000.

Coinciden en que hubo años de excedente de agua, pero este no. Apuntan que cada vez les llega menos del Canal de Bardenas, que conduce las aguas del pantano de Yesa hasta el sur de la Comunidad y Zaragoza, y presenta este 2021 el año más seco de su historia.

Reunión

Ante esta situación, la Asociación de Regantes de la zona de Figarol y representantes de la Asociación de la Laguna mantuvieron encuentros hace un año y plantearon hacer un proyecto que garantice su llenado y la mantenga viva. “Pero no hemos sabido nada hasta ahora”, comenta Javier Ozcoz.

La Asociación de la Laguna se constituyó hace una década para su conservación y promoción. Con estos objetivos, ha trabajado con mayor o menor éxito. En esto, tampoco hay acuerdo.

“No aprobamos todo los que se ha hecho y además, tenemos puntos de vista diferentes. Ellos apuestan incluso, por su vaciado para renovarla. Dicen que el agua no es gratis y nos tenemos que acostumbrar a verla así. Pero no es que cómo la queremos, si como es por ley. Nosotros estamos por mantenerla con los objetivos marcados por el Gobierno par la conservación de las aves silvestres, como un importante valor en el ámbito de Navarra y de la Unión Europea, bajo el paraguas de su normativa”, matiza.

El próximo martes, día 14, está prevista una reunión en zona entre representantes de la Asociación de Regantes, y del departamento de Medio Ambiente del Gobierno foral para hablar de un convenio de que la laguna sea sociedad de la Comunidad de Regantes del distrito de Figarol, lo que garantizaría su llenado.

En este conflicto por el agua, Ozcoz aclara: “No buscamos culpables, buscamos soluciones reales, no llenados de agua que se evapora en pocos días. No entendemos por qué antes funcionaba bien y ahora no. Pedimos que lleguen a la laguna las aguas sobrantes del regadío a manta. Si no puede ser ahora, que sea en el invierno”. Y si es problema de dinero, adelanta que están dispuestos a ponerlo.

Razones le sobran: “La laguna tiene un valor brutal y fue el lugar de recreo de nuestros bisabuelos, los primeros colonos. Aquí no hay problema de agua, se sigue regando igual que siempre. El problema es de gestión. Si algún día se seca la laguna, que sea por causas naturales, no porque alguna mano abra o cierre el grifo”. concluye.