- El crucero de entrada del Monasterio de Iranzu en Abárzuza será considerado Bien de Interés Cultural a instancias de la Sección de Patrimonio Histórico. Un tramite que exige a partir de ahora de la correcta delimitación para lo que será necesaria "fijar de una manera precisa, el entorno protegido de este monumento".

Esta joya renacentista data de la segunda mitad del siglo XVI, y es la carta de presentación de quienes visitan el monasterio de origen cisterciense, cuya construcción se alargó del siglo XII hasta el XIV y de la que el crucero quedó al margen de catalogación tras la restauración integral a la que fue sometido el monasterio en 1942.

El crucero también es el punto de encuentro para quienes acceden a varias de las rutas que desde el monasterio arrancan hacia los montes de Azanza, Larraiza, además de otras que salen hacia las sierras de Andía o Urbasa. Se trata de un trámite con el que se pueda fijar y delimitar el entorno del crucero con el fin de proteger este monumento hasta ahora al margen del entorno de protección del monasterio de Iranzu, del que ha estado vinculado históricamente. Con esta consideración, se trata de salvaguardar el monumento y de mantener las características y condiciones del ámbito territorial en el que se encuentra, cuyos propietarios son Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Abárzuza y Comunidad de Padres Teatinos de Iranzu.

Tras esta declaración, cualquier intervención en el futuro deberá contar con autorización, así como asegurar que la parcela en la que se encuentra "se mantendrá libre de construcciones e instalaciones".

En ese sentido, se procederá a la suspensión de aquellas licencias municipales de parcelación, edificación o demolición que pudieran afectar a la zona donde se encuentra el crucero e incluso las ya otorgadas deberán contar con la autorización de la Institución Príncipe de Viana, que será el organismo competente que determine cualquier intervención que afecte al monumento.