Pocos belenes hay en la Comarca de Pamplona de semejantes dimensiones pero tocaba hacer justicia y cuando se está de aniversario, de celebración, hay que estar a la altura. La Asociación de Belenistas San Andrés de Villava inaugura hoy en la Casa de Cultura del municipio un proyecto que, aunque se ideó hace ya dos años, ha superado incluso una pandemia. Comenzó con retraso pero salió adelante con un trabajo “frenético. Empezamos a finales de enero de 2021 y no hemos parado, pero ha merecido la pena. La Casa de cultura de Villava se inauguró hace diez años, este año celebra el aniversario y queríamos hacer un belén a la altura de lo que se merece Villava y también este espacio, que es uno de los que más actividad cultural mueve en todo Navarra”, valora Richard García, presidente de la entidad.

Se trata de una idea, un sueño, “algo grande y vistoso que no habíamos podido hacer hasta ahora por falta de medios”, confiesa. Y es que la asociación, que cuenta con 80 socios de toda la Comarca, lleva ya 28 años en activo. En 2018 el Ayuntamiento le concedió una partida de 6.000 euros para poder adquirir un lote de figuras, que adjudicaron al artesano José Luis Mayo. Fue una primera fase que les permitió recrear las escenas más importantes e ir creciendo no sólo en adeptos sino también en proyectos. “Hacemos escenografías que vienen a ser maquetas, con edificios de Villava como el de Peritos, a escala, para un belén en el que ocupó todo el fondo. Al Ayuntamiento le gustó tanto que nos lo pidió y ahora está presidiendo el salón de plenos”, explica García, que avanza que están pensando en representar la evolución de Villava en tres etapas a grandes rasgos: la medieval desde su fundación por Sancho VI el Sabio; la Villava antigua de la década de los años 30-40, con los edificios más emblemáticos; y la más actual, con la calle Mayor como luce actualmente.

UN PUZZLE El proyecto en el que han trabajado este último año cuenta con 20 metros cuadrados y está compuesto por 10 bloques de dos metros por un metro, una composición que “hemos tenido que trabajar como si fuera un puzzle” para los desplazamientos, para poder guardarlo, etc. Alcanza las 50 figuras y han participado en él una veintena de personas, que han dejado alguna sorpresa especial, con camellos cargados de regalos de antaño y escenas de fantasía infantil. Una cascada con fuerte caudal, una gran plaza y casas y fachadas alumbradas por antorchas.

Es el único de estas características, explica García, porque aunque realizaron hace ya doce años uno para La Morea-E.Leclerc, era algo más pequeño. “Para nosotros ha sido un hito, es el más grande que hemos hecho hasta ahora”, explica. Recibirá al visitante desde hoy en el hall principal de la Casa de Cultura, como una pieza de decoración única.

Asegura García, eso sí, que “sin haber terminado este belén estamos ya casi pensando en los proyectos a futuro. Tenemos cerca el 30 aniversario y lo celebraremos, eso es lo que nos ayuda a mantenernos activos y a que la asociación no decaiga. Pensar en el futuro hace que nos mantengamos motivados”, cuenta el presidente, que a sus 34 años empezó a las 8 en la asociación, junto a su padre. “Al final te va picando el gusanillo y te engancha. Antes el belenismo la gente lo concebía como algo estrictamente religioso, pero hoy en día se le ha dado la vuelta por completo, hay de todo y muchos que lo llevan en la sangre como un sentimiento artístico, cultural y tradicional, gente que le encanta el maquetismo, las miniaturas y la escenografía. A cada uno le despierta sus sentimientos”.

El año pasado el Ayuntamiento, por unanimidad, declaró el belenismo en Villava Bien Cultural Inmaterial de Interés Municipal, avalando así el grado de implantación social que la tradición belenista tiene en Villava. Quizás por eso han conseguido hacerse fuertes y mantenerse durante tanto tiempo como una asociación viva y activa que cuenta, además, con un relevo muy sano: Hodei, con 15 años, es el vecino de menor edad inscrito en la asociación y también hay jóvenes de 24 o 26 años.

“Hay bastantes socios, gente joven, muchos que hacen los cursillos de iniciación que impartimos en febrero y deciden quedarse”, explica. Ahora, asume el presidente, están intentando que el Ayuntamiento les ceda algún local para continuar su actividad, que desde el año 94 realizan en los sótanos de la iglesia San Andrés. “Cada vez somos más, no es un lugar accesible y las dimensiones de las puertas nos impiden hacer belenes más grandes”.