El vecino de la Rochapea Joanes Molina, informático de 43 años, fantasea en su cuenta de Twitter @joanes22 con una idea: ¿cómo sería la noche de Pamplona sin contaminación lumínica? En su proyecto Iruña Láctea enseña rincones de la ciudad como nunca se han visto.

Las imágenes de Pamplona las saca en la hora azul -los minutos posteriores a la puesta de sol en los que todavía queda luz- y completa la composición con cielos estrellados de sus paseos por el monte: Pirineo, Foz de Arbayún, Valle de Hecho... "tengo muchas fotos de la vía láctea. La composición no es real, es una hipótesis. Pero sí es la misma orientación", explica Molina.

Quiere "divulgar sobre la contaminación lumínica y lo que tenemos justo arriba, que no lo apreciamos". Lo hace "por pasión. Me gusta la naturaleza, todo viene de los paseos por el monte. Y tuve la idea porque mucha gente no ha visto un cielo bueno, un cielo estrellado".

Cuando la semana pasada explicó su iniciativa a 30 chavales de 9 años del colegio San Francisco, se dio cuenta de que su Iruña Láctea interesaba. "Pensaba que los txikis no iban a hacer ni caso, pero estaban muy atentos". Y aunque sea pura ficción, bromea y dice que tendrá la cámara preparada para salir a la calle "por si a Maya le da por apagar las luces de la ciudad".