Pleitos, contratos mercantiles y comerciales, disposiciones de juntas, información sobre a quién pertenecían las tierras o documentos que registran, en tiempos en los que Burlada no superaba las 20 casas, la vivienda que conservaba aquí el Obispo e incluso el viaje de Góngora, que al parecer durmió en estas tierras allá por el siglo 17. Desde por qué a los vecinos les llaman campaneros hasta juicios por el 'monopolio' del pan, que al parecer sólo podía ser elaborado en el horno habilitado al efecto en lo que hoy se conoce como la cárcel vieja, y que surtía a todo el municipio. Son muchos y variados los escritos que conservaba el Archivo municipal, no sólo de Burlada sino también del Valle de Egüés, al que perteneció, parte de la historia y de la vida de un pueblo que se encuentra, ahora, en estado crítico.

Destinados desde hace algo más de un año a un local en el segundo sótano del edificio del Ayuntamiento de Burlada -antes se guardaban en el primer piso de la vieja Casa Consistorial, en la plaza San Juan-, todos esos papeles y manuscritos estuvieron anegados durante dos semanas, con agua y con barro, en un espacio "totalmente desaconsejado por expertos y por la propia Unesco, situado junto a una tubería de aguas fecales y sobre una fuente de agua natural". Se llenó de agua "hasta el techo" durante la riada que azotó el municipio el pasado mes de diciembre, la mayor que recuerdan los vecinos y vecinas.

Asume Pedro Romeo, vecino de Burlada, que los citados documentos -que datan del siglo XVI en adelante-, están en peligro "y es un problema, no sabemos cuánto se va a salvar y qué se va a hacer para salvarlo, cómo se va a poder recuperar", lamenta, preocupado. Es uno de los integrantes de la Plataforma en defensa del Archivo de Burlada, en la que participa medio centenar de vecinos y vecinas, aunque cuentan con el apoyo de más personas que denuncian esta situación y tratan de buscar soluciones.

Han acudido al departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, también al Defensor del Pueblo, y se reunieron con el Ayuntamiento de Burlada y con Joaquim Llansó, director del Servicio de Archivos y Patrimonio Documental del Ejecutivo foral. "Nos comentaron que, cuando sucedió todo, se contrató por el procedimiento de urgencia a Pedro Barbáchano, un restaurador de Madrid, que asiste y restaura archivos también en Navarra. Realiza labores de salvamento", explica Romeo, que cuenta que personal municipal se encargó de sacar los papeles e incorporar papel seco entre uno y otro para que fueran absorbiendo el agua.

4 meses congelados

"Tras esa labor se pusieron los documentos al vacío y se congelaron. Hay más de 3.000 cajas, archivadores, con documentación que está congelada pero no sabemos cuánto tiempo van a estar así. Hemos oído que no se sacó todo del agua, si no sólo lo que estaba clasificado. La realidad es que lleva ya cuatro meses congelado, Barbáchano ha llegado a recuperar documentos que han estado congelados hasta cinco años aunque no parece lo mas conveniente: otros restauradores hablan de un año o año y medio como máximo", relata el vecino, que denuncia que desde el Consistorio no se hayan buscado segundas opiniones o sistemas de recuperación diferentes y se haya jugado todo "a una sola carta".

"Estamos ignorando otras posibilidades, a otros expertos y sus metodologías. ¿Por qué no se ha consultado o no se ha sacado a licitación para ver qué propone cada cual? Lo lógico seria tener más opiniones, más posibilidades", esgrime. Están a la espera de que el experto emita un informe sobre cómo se ha realizado esa "operación de salvamento", cuánta documentación hay y se ha recuperado, y cómo proceder en el futuro.

"No sabemos qué porcentaje se va a salvar pero ya hay una parte que se ha perdido. Han pasado cuatro meses y aún no ha llegado el informe, no se ha hecho esa licitación€ Igual nos ponemos en un año antes de hacer nada pero parece que nadie tiene prisa", critica, y denuncia el "secretismo" y la "opacidad" con la que está actuando el equipo de Gobierno. "El Ayuntamiento tiene seguro pero no han dicho nada, sólo que se prevé que el presupuesto sea muy alto. En esa primera reunión sólo acudió Navarra Suma, la oposición no fue convocada ni avisada. Se pidieron explicaciones pero se dijeron verdades a medias y no se sacó nada en claro". Lo más hiriente, dice, es que "a esto no se le está dando la importancia que tiene. Es la historia del pueblo, de Navarra, y no se están haciendo bien las cosas".

La alcaldesa, Ana Góngora (Navarra Suma), se ha mostrado sorprendida por la creación de esta plataforma. "No entendemos la necesidad de proteger algo que está muy protegido y en ningún momento hemos descuidado este asunto. Está en las mejores manos porque el Ayuntamiento es el primer interesado en la recuperación de ese archivo", ha señalado, lanzando un mensaje de tranquilidad. En estos momentos, ha dicho, "se está analizando cómo se va a proceder".