El Ayuntamiento de Tudela, a través del trabajo coordinado de las áreas de Cultura y Turismo ha obtenido una subvención de 75.000 euros, el importe máximo subvencionable de las ayudas europeas Leader, para llevar a cabo la restauración del antiguo Humilladero de entrada a la ciudad.

Para dicho proyecto, "que va más allá de la reconstrucción o del mero retoque estético", se cuenta con una partida presupuestaria de 280.482,27 euros en las cuentas de este año, según han informado desde el Consistorio de la capital ribera.

La ayuda obtenida se enmarca en la quinta y última convocatoria de la Estrategia de Desarrollo Local participativo-LEADER, periodo 2014-2022, que gestiona Consorcio EDER y que financian el Fondo Europeo de Desarrollo Rural Feader en un 65% y el Gobierno de Navarra en un 35%.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tudela, Merche Añón, área de la que partió el impulso de este proyecto compartido con la EPEL Tudela-Cultura, ha asegurado que la consecución de esta ayuda europea "avala tanto el interés del propio proyecto como el trabajo previo, de más de un año de estudio de documentación y análisis de la misma, realizado por parte del personal técnico municipal de ambas concejalías para la consecución del mismo".

Ya han finalizado los trabajos previos, consistentes en el desbroce y limpieza del edificio, así como el escaneado y posterior levantamiento de planos. Ahora este material servirá como base para la realización del proyecto de restauración arquitectónica.

El plazo de ejecución y justificación del proyecto final es el 29 de marzo de 2023, ya que esta subvención se realiza con cargo a los presupuestos de Consorcio EDER del año próximo.

Se intervendrá de forma "integral" en la recuperación del inmueble del Humilladero, que se ubica en la entrada a la ciudad por el puente del Ebro y que, "pese a su valor patrimonial e histórico, se encuentra en estado ruinoso".

La restauración se basará en criterios "profesionales" de conservación de patrimonio, tras plantear varios estudios en torno al proyecto, con la intención de integrarlo después en las propuestas culturales y turísticas de la ciudad, como punto de partida de las visitas guiadas, ampliando la zona histórica visitable y creando un punto inicial "muy importante" que vendría a completar la recuperación de la zona con el corredor verde del otro lado del puente.

El Humilladero de Tudela es "especialmente significativo" porque su construcción "va más allá de la simple ubicación de una cruz para señalar un cruce de caminos y la entrada o salida de un pueblo". En la margen derecha de la entrada a la ciudad por el puente del Ebro, el Humilladero tudelano aparece ya en 1630 en documentos que describen la cruz adornada por una gran cantidad de tallas religiosas, erigida sobre varios escalones y un pedestal, todo ello cubierto por un templete de cuatro arcadas que se erigía también sobre escalinatas.

Además de su originaria función religiosa, sirvió también como fortín tras la Desamortización de Mendizábal en 1834, defensa del puente en la Primera Guerra Carlista, lugar de cobro de impuestos (arbitrios) y vaquería.