El Caribe tiene desde este jueves sede entre los números 36 y 38 de la calle Sancho el Fuerte. La familia Castillo Apolo inauguró el bar Piketù, antiguo Zelaik Gastrobar, invitando a la clientela al pintxo que acompaña a la cerveza o el refresco.

Piketú es una deformación de una palabra “que en el Caribe se utiliza para denominar algo que tiene estilo. Tener piquete es sinónimo de lucir bien”, cuenta Edison Castillo. Para lucir bien, él y sus hermanos Evelyn y Josué (de 23, 21 y 18 años) y su madre Miriam Apolo se han alejado “de una carta enorme de páginas y páginas. De esta manera nos podemos centrar en una carta más escueta; elaborar y servir mejores platos. Buscando siempre la máxima calidad en nuestros platos, bebidas, cervezas, vinos, etc”, cuenta Edison.

Lo que hacemos, lo hacemos bien. Aquí no hay nada congelado o precocinado”. Esta familia ecuatoriana llegó a Pamplona en 2008, han trabajado en el sector y ahora emprenden por primera vez. Aunque su país no está bañado por las aguas del Caribe, su gastronomía sí lleva esta temática “a su máximo esplendor. Basándose en platos y sabores caribeños, nuestra carta es atípica y totalmente casera”.

Su “buque insignia” son los tostones rellenos de guacamole y gambas, ofrecen costillas, ceviche o el burrito tradicional, “como si te lo comieras en México o en EEUU, estilo Tex-Mex, con carne picada, frijoles, sala de chile, arroz, queso, salsa picante... un poco de todo”. También se han mantenido “fieles en algunos aspectos”, como sus pikoteos de patatas bravas, alitas picantes o nachos.

Al frente de la cocina, la madre: “Ella es la que tiene el sazón y el toque distinguido”, reconoce Edison. Por ejemplo, con un tiramisú nada caribeño pero incluyen porque “nos sale muy bien, la madre tiene la receta controladísima”. Los hermanos se repartirán en barra, salón y una amplia terraza con 23 mesas. “Queremos que nuestros clientes se transporten a nuevos sabores”, anuncian como carta de presentación.