El confinamiento ayudó a mucha gente a encontrar su vocación. Adrián Romanos, también conocido como DJ Roma, descubrió su pasión por el techno gracias a la música que escuchaba su padre pedaleando en la elíptica. Con tan solo 11 años, este joven estudiante del Colegio Catalina de Foix tiene claro que quiere dedicar su vida a la producción de música y a pinchar en grandes festivales.

Adrián mostró interés por la música desde muy pequeño. A los 3 años, explica su padre Nacho, cogió una guitarra por primera vez y de manera autodidacta y con ayuda de algunos tutoriales de Youtube aprendió a tocar desde Despacito hasta temas de Queen o los Beatles.

En su casa siempre había existido interés por la música, pero el techno no era el género más escuchado. Eso, sin embargo, no fue ningún impedimento para el joven DJ. Cuando descubrió su gusto por ésta música, no tardó en pedirle a los Reyes Magos una mesa de mezclas. El coronavirus llegó a su casa y retrasó la entrega de la mesa pero finalmente llegó y desde entonces Adrián no ha parado de practicar. Asegura que no le costó mucho: “La gente me suele decir que aprendo rápido”.

Sus padres le han apoyado en todo momento y aseguran que la música le ha ayudado a centrarse y a creer en sí mismo.“Es otra persona cuando pincha”. Ellos lo tienen claro, “hay que apoyar a la gente que tiene talento, ya sea al niño que toca el violín, al que toca la guitarra o al que zapatea flamenco”. Graba sus propias sesiones para subirlas a sus redes sociales, gracias a las cuales ha recibido mensajes de DJs de fama internacional como Indira Paganotto o Fatima Hajji. También ha estado en contacto con discotecas como Fabrik (Madrid) u Ozone, aunque por su temprana edad tendrá que reservar las sesiones nocturnas para más adelante. Ha llegado incluso a presentarse al casting de Got Talent, aunque todavía es pronto para saber si podremos verlo en el conocido talent show.

Primeros pasos

Su edad no ha sido un impedimento para dar sus primeros pasos como DJ. El pasado fin de semana pinchó en una tienda de música de la Milagrosa y asegura que, después de estrenarse, los nervios están prácticamente superados. Le vendrá bien para sus próximos eventos: el sábado 25 pinchará en La Guardia, en el Gastrobar Doña Blanca. Y el fin de semana siguiente, en la taberna Barandi de Olazti.

Tiene su futuro bastante más claro que la mayoría: quiere estudiar producción musical, producir su propia música, ir a festivales y que miles, o incluso millones de personas lo vean pinchar. Su padre, apunta, “como el que quiere ser futbolista y jugar en el Barça, pues él quiere pinchar en Tomorrowland”. El joven asegura que va a seguir pinchando, “no voy a parar hasta conseguir mi sueño que es pinchar en festivales, y si se cumple, me sentiré muy orgulloso”. Es consciente de que es un objetivo ambicioso, y que para algunas personas puede parecer difícil, incluso utópico, pero no le da miedo. “Yo controlo todo”.