Un año más, el pasado 15 de agosto los buñueleros no han faltado a la cita con su Paloteado en el día principal de sus fiestas. Mayores y pequeños, muchos sentados y otros de pie, han abarrotado la plaza San José de Calasanz para, además de presenciar y aplaudir el buen hacer del grupo de dantzaris (que está en pleno auge incorporando cada vez más niños y niñas a sus filas), enterarse y reírse con las anécdotas más graciosas protagonizadas por varios de sus vecinos.

No han faltado las críticas, que han tenido como diana central algunas decisiones y actuaciones tomadas desde el Ayuntamiento en los últimos meses. Desde temas de mayor relevancia y controversia, como la decisión de reemplazar el corral de las vacas, pues Buñuel contaba con un espacio que ha sido este verano reemplazado por la adquisición de un corral portátil; hasta el mal estado del césped de la piscina municipal en este tiempo estival o el diseño arquitectónico y la denominación del nuevo pabellón polivalente deportivo. “¿Por qué no le habéis puesto ‘Buñuel Arena’?”, han sugerido los actores, haciendo un guiño al pueblo vecino de Ribaforada. 

Mientras tanto, desde un balcón de la plaza, la corporación municipal, encabezada por Mayte Espinosa, ha escuchado atenta cada crítica encajándolas con buen humor e incluso con una dosis de aplausos. Un balcón en el que también estaba quien ha sido otro de los protagonistas de la tarde, el congresista Sergio Sayas, quien a su vez es concejal de la localidad ribera. Con buen talante ha escuchado cómo sus vecinos se acordaban de él y de su compañero Adanero por la famosa votación de la reforma laboral en el Congreso de meses atrás y que les convirtió en el centro de todas las miradas a nivel nacional. “¿Quién nos iba a decir que un buñuelero daría tanto que hablar este año?”, se han preguntado los miembros del paloteado. 

La función ha sorprendido desde el inicio porque, tal y como habían anunciado días atrás mediante las redes sociales, ha habido intercambio de papeles y personajes. El Diablo, aún sin saber bien cómo ha logrado ponerse el traje, se ha convertido en el Ángel, siendo este uno de los momentos más divertidos de la puesta en escena. 

El sonido de la samba brasileña para recordar que “se sobra el río” (denunciando la dejadez de los políticos y de la CHE en lo referente a los desbordes del Ebro) y los ritmos de Xuxa para contar una de las anécdotas que, año tras año, regala un vecino llamado Hilario, han puesto las notas musicales junto con las melodías interpretadas por el grupo de gaiteros y el sonido de la danza del Paloteado. Todo salpicado, durante más de dos horas, de muchas carcajadas y aplausos. Aplausos que reafirman que este evento crece en interés y aceptación porque es, y seguirá siendo, la voz de todo el pueblo.