“Por ti, recuperamos la palabra. Aunque duela”; “Que tu nombre, Sara, sea el grito incesante que no se desvanece. Y así nunca nos falte la luz de tu memoria”. Estos versos de Pepe Alfaro cerraron, este viernes en Cortes, el acto homenaje impulsado por el Ayuntamiento a Sara Pina Yeregui, vecina del pueblo de 38 años asesinada en Tudela en enero cuyo nombre quedo plasmado como la primera víctima de violencia de género en España de 2022. Y ya son 28.

Un acto que “ojalá no hubiéremos tenido que celebrar nunca” y en el que, además de poner su nombre al jardín donde jugaba de niña, se descubrió un monolito en su honor que dibuja su figura y, en segundo plano, la del castillo de Cortes. Varias piedras centenarias de la fortaleza componen, además, el pedestal. También, a la altura del pecho, la mano símbolo de la lucha contra la violencia de género recuerda que, más allá de Sara y su injusto final, el homenaje se extiende a quienes corrieron su misma suerte y a las que, aún hoy, viven con miedo.

Bajo el monolito, que “es una combinación de diseño industrial y de artesanía, y no es una estatua, sino un monumento a Sara”, según explicó el autor Michel Redrado, decenas de rosas rojas dan color e imprimen fuerza. Fueron depositadas, una a una, por familiares, amigos, compañeros (de profesión, la docencia, y de afición, el teatro) y autoridades presentes. Es la fuerza de Sara que se personificó en sus padres y su hermano quienes, con su presencia discreta y su entereza solo quebrada cuando se encargaron de descubrir el monolito, eran el mejor ejemplo de ello.

Que Sara perviva en nuestras vidas”

“Nos sumamos a quienes, como nosotros, nunca pudimos imaginar pronunciar su nombre en pasado. Pero es un empeño conjunto que Sara perviva en nuestros gestos, en nuestras cicatrices, en nuestras vidas”. Son palabras de Gemma Martínez, directora del colegio Dos de Mayo de Castejón, donde Pina ejercía este último curso. Un colegio que se rompió y donde “nuestros alumnos nos vieron llorar por primera vez de dolor, de rabia, de impotencia”, recordó.

También, enfatizando que no hay un perfil, ni en el caso de las víctimas ni de los maltratadores; resaltando el compromiso institucional contra una lacra que, desde que existen registros en 2003 ha arrebatado la vida a 1.158 mujeres; y pidiendo el compromiso social ahora más que nunca tras la aprobación de la ley del “Sí es Sí”, hablaron el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti; el consejero de Educación, Carlos Gimeno; la directora del Instituto Navarro para la Igualdad, Eva Istúriz; y el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez.

Como anfitrión, al inicio del acto, el alcalde de Cortes Fernando Sierra, arropado por los alcaldes de todos los pueblos vecinos, se encargó de dar la bienvenida, dejar claro que “nuestro pueblo no tolera la violencia” y reconocer la fortaleza de la familia y entorno cercano de Sara Pina Yeregui. Un nombre que, ahora más si cabe, no caerá en el olvido: por Sara, por todas.