Segundo domingo de octubre, tras el parón de dos años por la pandemia, la txistorra volvió a ser la estrella de una jornada festiva en Arbizu; un día para ensalzar este embutido que ha dado fama a esta localidad de Sakana. Alimento popular donde los allá pero también a prueba de los paladares más exigentes, ayer se vendieron en torno a 2.200 pintxos acompañados de vino al precio de 2 euros. Fueron 130 kilogramos de txistorra donados por tres productores locales: Embutidos Arbizu, Flores y Laket.
Era la duodécima edición de esta cita que año tras año atrae más visitantes, cientos y cientos de personas que se animaron a acercarse a Arbizu en una mañana espléndida de este veranillo de San Miguel tardío. Y es posible gracias a un auzolan en el que participaron ayer 35 personas, que trabajaron en diferentes tareas, sobre todo en preparar y servir los pintxos mientras otro grupo se dedicó a elaborar txistorra a la manera tradicional, tal y como se hacía hasta no hace mucho tiempo en las casas, así como morcillas, que se pudieron degustar recién hechas.
El Txistor Eguna es también una feria de producto local y artesanía. Ayer fueron 49 puestos con una variada oferta de alimentos entre los que no faltó txistorra de Arbizu, además de queso, pasteles, mermeladas, huevos o verduras junto a artesanía. Por otro lado, se pudo ver una exposición de fotografías antiguas.
No hay fiesta sin música, y ayer en Arbizu fue por partida doble. Y es que volvió a ser punto de encuentro de trikitilaris de toda Navarra, en torno a 90 personas, que alegraron la mañana. Y es que Arbizu fue el epicentro desde el que se comenzó a extender el movimiento de las escuelas de trikitixa hace 34 años, de la mano de Patxi Agirre. Ahora son más de medio millar. Además, por la tarde se celebró la quinta edición festival de escuelas de trikitixa de Navarra, Nafarroako Trikitixa Eskolen arteko jaialdia.
Por otro lado, los grupos de Kantuz de Arbizu, Etxarri, Bakaiku y Altsasu, un centenar de voces, cantaron conocidos temas vascos que animaban a cantar.
Concurso de pintxos
Otro objetivo de esta fiesta es explorar las posibilidades de la txistorra en la gastronomía, con pintxos que sorprenden año tras año. Se presentaron seis. El primer premio, txapela y un cheque de 300 euros, fue para Nafarroatik Mundura, la propuesta de Patricia y Zahara, las cocineras de Eco Camping de Arbizu, una alcachofa con un crujiente, yema de huevo, txistorra rota salteada y un toque cítrico, presentado a modo de eguzkilore. El segundo premio fue para Berta Arizkun y Alberto Erice, de Burlada, que presentaron un milhojas de queso con txistorra con una mouse de pimiento, y el tercero para Iban Maiza. “Me han gustado mucho. Tiene mucho mérito la técnica que hay detrás así como la creatividad. Nos ha costado más que nunca deliberar”, observó Javier Díaz, chef del Restaurante Alhambra, que ya estaba en la primera edición de este concurso, al igual que Fernando Flores, de Enekorri. El jurado se completó con María José Sola, de Intia- Reyno Gourmet, Nerea Caballé, responsable del restaurante Izar-Ondo de Arbizu y Kamen Jaka, también de Arbizu.