Dentro de las actividades que organiza la Dirección General de Turismo del Gobierno de Navarra para dinamizar las oficinas de turismo de la Comunidad Foral, el sábado se pudo disfrutar de la Vía Verde del Plazaola a golpe de pedal y bertsoak. Y es que se celebró Bidebertsokleta, una propuesta que aunaba estos tres elementos, de la mano de los bertsolaris Julio Soto y Sustrai Colina. “Aúna dos de nuestros principales tesoros, muestro entorno natural y el euskera, la lengua materna de buena parte del territorio; con el uso de la bici y la movilidad sostenible, otro de los objetivos de las vías verdes”, explicó Gustavo Ortiz de Barrón, gerente de Consorcio Turístico Plazaola

Así, en torno a una treintena de personas se animaron a coger la bici y seguir a estos dos bertsolaris a lo largo de un recorrido de unos 10 kilómetros, después de unos primeros bertsos de alumnado de la Bertsoeskola de Ibarberri en la estación del Plazaola, en Lekunberri, dónde también se pudo ver un vídeo sobre esta vía verde.

Una de las paradas de Bidebertsokleta fue en la cascada de Ixkier. N.M.

De allí el pelotón cogió la vía verde dirección cascada de Ixkier, en Mugiro, dónde había tres molinos harineros que movían sus piedras con la fuerza del agua del río Larraun. Así fue hasta 1953, cuando fueron destruidos por aquellas históricas riadas. Algunas de sus piedras se pueden ver muy cerca, en Ixkier Parkea. Así, Soto y Colina hablaron de molinos y de cómo ha cambiado la alimentación y de la soberanía alimentaria. La siguiente parada fue en San Migeltxo, con más bertsos, para tomar desde allí el camino de vuelta a la oficina de turismo de Lekunberri, donde les esperaba un buen almuerzo para recuperar fuerzas. “Me ha parecido una actividad muy bonita, el recorrido, los bertsolaris, el almuerzo”, contaba Koldo Artzamendi, que se acercó a Lekunberri desde Urdiain.

La otra parada de la excursión fue en San Migeltxo. N.M.

“Había antecedentes de otras actividades que unían bicicleta y bertsolarismo, y era una iniciativa que teníamos recogida en la planificación de 2019 pero con la pandemia se quedó en el cajón”, recordaba Ortiz de Barrón. Asimismo, apuntó que UEMA realizó en 2018 un estudio basado en encuestas realizadas en cuatro localidades de Euskal Herria, entre ellas Leitza, para conocer la percepción y actitud de los y las visitantes hacia el euskera. “La valoración fue muy positiva. También organizo encuentros entre técnicos de euskera, turismo y cultura para poner en relieve la importancia del euskera en la zona y su valor en términos turísticos”, apuntó. 

Al respecto, destacó que en la fase de participación que el Consorcio Turístico Plazaola puso en marcha en 2021 para definir su estrategia de futuro y también ahora, que se está finalizando el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino de Sakana-Plazaola-Ultzamaldea, el euskera es una de sus fortalezas. “Se considera que el tema etnográfico, cultural y lingüístico son potenciales que tiene el territorio y que prácticamente no se han trabajado. Desde el Plazaola entendemos que la lengua es uno de nuestros recursos a potenciar. Ahora ha sido el bertsolarismo, pero puede ser la toponimia, el canto, la tradición literaria o cualquier expresión que lleve el euskera como elemento principal”, avanzó Ortiz de Barrón