Ana Iriarte e Iñaki Bengoetxea viven en Arizkun y tenían claro que querían seguir viviendo y trabajando en el pueblo. Hace casi 10 años, apostaron fuerte por ello y se embarcaron en su “proyecto de vida”. Decidieron producir vino, vino ecológico, en ese sentido, tuvieron claro que sería así. No conciben otra manera de producirlo “por coherencia”, por su manera de ser. Les parece lo más lógico, lo más respetuoso con el medio ambiente y con la sociedad, por la salud de la tierra y de las personas.

Tras pensarlo mucho y analizarlo bien, comenzaron a plantar sus viñedos en 2013, y poco a poco han ido a más. Hoy en día disponen de de 3 hectáreas de viña en cuatro parcelas de Arizkun: Meaka, Urtsua, Larrebazterreko luberria y Larregainea. En ellas, trabajan diversas variedades de uva bien adaptadas a las condiciones de la vertiente cantábrica: Hondarrabi zuri, propia del Txakoli, e Izkiriota handia y txikia (Gros Manseng, Petit Manseng), típicas de la DO Irulegi. Y como complemento a éstas, Riesling, de Alsacia.

Año tras año, han ido trabajando los viñedos, recogiendo la cosecha y produciendo el vino blanco, Baztango Xurie, que está teniendo una buena acogida entre el público. Los viñedos van creciendo, y aunque todavía todos los viñedos no están en producción, esperan comenzar a recoger los frutos de la última plantación realizada en 2018 el año que viene.

Iriarte comenta que todavía no pueden vivir ambos del negocio familiar, porque hasta ahora su producción es limitada, pero que en un futuro próximo su objetivo es ése. Este año, por ejemplo, la cosecha ha sido buena, la mejor que han tenido hasta ahora, tanto en cantidad como en calidad, por lo que el año que viene dispondrán de unas 6.000 botellas para comercializarlas.

Poco a poco se están dando a conocer, gracias al trabajo diario, también a los mercados que acuden, y a las visitas guiadas que ofrecen tanto a grupos o escuelas, visitas que han comenzado hace poco pero que están teniendo una buena acogida, con gente que se acerca a conocer todo el trabajo que hay detrás de una botella de Baztango Xurie.

Hace tres años, dieron un gran paso en su proyecto, con la instalación de la bodega. Desde entonces vinifican in situ la uva obtenida en sus viñas, llevando a cabo el ciclo completo, “una gran inversión, pero algo muy importante para nosotros, porque así controlamos todo el proceso”., señala Iriarte.

Hoy en día comercializan dos tipos de vino Baztango Xurie, por un lado Betarte, un vino natural de crianza en barrica de madera, producida con uvas de tipo Izkiriota handia, Izkiriota txikia y Riesling; y por otro lado, Kiribil, un caldo natural, hecho con uva Izkiriota handia, Izkiriota txikia, Hondarribi zuri y Riesling, vinificado con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable.

Iriarte y Bengoetxea siguen adelante con su sueño, sin prisa pero sin pausa, convencidos de su trabajo y convenciendo con ello a cada vez más paladares.