En el año 1991, los cuatro hermanos Llorens construyeron la bodega Biurko Gorri sobre la cooperativa de Bargota continuando la tradición vitivinícola de su familia.

La localidad es un pueblo con una gran historia del mundo del vino, donde todas las viviendas tenían una bodega subterránea particular. Años después surgió la cooperativa, de la que todos lo agricultores del pueblo pasaron a formar parte. “Al final, como en casi todas las cooperativas, tuvieron problemas y empezaron a vender las viñas a diferentes bodegas. Alquilamos la cooperativa en su momento e intentamos recuperarla, porque era un edifico bien construido”, explica Ramón Llorens, uno de los socios de Biurko Gorri.

Finalmente, los hermanos decidieron construir su propia bodega combinando la tradición natural en la agricultura, los métodos de cultivo de la zona y la tecnología moderna que les permitió elaborar vinos ecológicos con una producción comprometida con el medio ambiente. “En el 96 certificamos todas nuestras viñas y empezamos a hacer todo el producto con certificado ecológico cuando casi no había producción ecológica”, asegura Llorens.

Desde entonces, la bodega elabora tintos y blancos jóvenes basados en el tempranillo monovarietal y el sauvignon blanc de zonas altas y baja producción, perteneciendo a la Denominación de Origen Rioja, por estar situados en su región vitivinícola.

Al recibir el certificado ecológico, Biurko Gorri empezó a trabajar en exclusiva con sus viñedos. “Al obtenerlo, pasamos a producir de una manera mucho más cuidada, controlando todo el tema de los residuos, con una recogida de aguas total”, asegura.

Su mercado, como en el resto del sector, también ha ido cambiando a lo largo de los años. “Al principio nuestro mercado era nacional pero cuando nos pasamos al ecológico cambió porque la demanda era mucho más amplia a nivel europeo y mundial, y empezamos a exportar, llegando a un mercado de 12 países”.

En los últimos diez años, Ramón, Fernando y Pablo Llorens, María Luisa Marco y Ángel Luis Santesteban, los cinco socios de la bodega, han vuelto a apostar por el mercado local con una distribución directa, situándose en el sector hostelero.