Las fiestas de otoño se celebran en Fustiñana en honor a la Virgen de la Peña, cada tercera semana de octubre, van dirigidas a todo un rango de personas desde 3 años hasta los 90, afirman desde la organización (Rocío Navillas).

Todos los años, una familia es la encargada de la organización de las fiestas de Otoño, durante todo el año se encarga de recoger y preparar los medios y productos para poder hacer las esperadas fiestas, va por las casas recogiendo aportaciones de dinero, sin una cantidad fija y cada uno da lo que voluntariamente puede, los habitantes de Fustiñana suelen ser muy generosos, debido a la gran devoción que le procesan a la Virgen de la Peña.

Una de las actividades que mas gusta, son los ranchos por que suponen una labor de confraternización y equipo, todos ayudan. Los ingredientes básicos del rancho son: conejo de campo, muy apreciado por su sabor y cualidades aromáticas, por ser una carne muy ecológica, conejo de carnicería cuando la demanda supera el numero donado por los cazadores, patatas, cebolla, algunos le añaden también caracoles, verduras, siguiendo las recetas de sus familias que pasan de generación en generación, dando también paso a I+D de la cocina al estilo Fustiñana.

Estas fiestas muy apreciadas y esperadas por los vecinos de Fustiñana, tanto los que viven todo el año como los que están fuera, cuentan con numerosas actividades, entre las que destacan, los fuegos artificiales y el lanzamiento de nueces desde el balcón del ayuntamiento que va acompañado de vino que se reparte en ese momento a las personas que están en la plaza, también se prepara una gran hoguera en la plaza y la gente va cogiendo brasas para prepararse cenas tardías, así ya tienen cena, nueces y vino.

El lunes es el día esperado por la sociedad de cazadores porque se hacen los ranchos, esta tradición comenzó en los años 80, como agradecimiento por parte de los cazadores de una ampliación del coto que pidieron al Ayuntamiento y Gobierno de Navarra, porque contaban con muy poco terreno para poder cazar, tanto el Alcalde entonces como el Gobierno de Navarra estuvieron de acuerdo en ampliar el acotado de caza al doble. Como consecuencia de ello, los cazadores quisieron agradecer al pueblo de alguna manera esta ampliación que les brindaba la posibilidad de poder disfrutar de su gran afición y decidieron organizar los ranchos con los conejos que cazaban, empezó poco a poco y ahora se guisan mas de 100 ranchos. El Ayuntamiento siempre ha estado detrás apoyando pues de todos es conocido que la población de conejos ha sufrido diversas epidemias que han afectado gravemente a la densidad de conejos y por tanto no han permitido cazar en esos casos, el Ayuntamiento ha ofrecido conejos para que esta fiesta siga consolidándose como una tradición mas en las vidas de los fustiñaneros.