Hoy han comenzado los trabajos del Corredor Verde de Tudela que prevé la reurbanización y actuación en una zona de unos 2 kilómetros, desde la Peñica (al final del paseo del Prado) hasta el edificio de El Molinar, junto a la Mejana. El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, y el edil de Ordenación del Territorio, Zeus Pérez, han supervisado hoy el inicio de las obras que, con un presupuesto de 3,484 millones de euros y realizadas por Excavaciones Fermín Osés, está previsto que culminen en diciembre de 2023. Los trabajos se centrarán, de enero a mayo, en el ámbito del parking de Ribotas, el camino de Ribotas y el paseo de Pamplona (entre los puentes del ferrocarril y el del Ebro).

En este sentido desde el 9 de enero se ejecutará el parking de Ribotas, lo que conllevará el cierre del mismo al tráfico. Los trabajos consistirán en el levantamiento de muros, terraplenada, instalación de puntos de recarga eléctrica y asfaltado. En cuanto al camino de Ribotas, está prevista la instalación de alumbrado público y el acondicionamiento del propio camino. En el paseo de Pamplona se ejecutarán instalaciones: nuevas pluviales al río Mediavilla, nuevas aceras, alumbrado público LED, asfaltado de la calzada y colocación de mobiliario.

Cabe destacar que previamente, en diciembre, se han llevado a cabo actuaciones de ámbito general previas al comienzo de la obra con maquinaria. Estas tareas han consistido en implantación, estudio de arbolado, estudio geotécnico, desconexión de las instalaciones de los feriantes, marcaje de servicios y otras comprobaciones de diversa índole.

El calendario de obras tiene previsto que entre mayo y diciembre de 2023 los trabajos entren de lleno en las edificaciones: Ampliación del edificio piraguas, baños y bar (los baños y el bar se ejecutarán en último lugar).

También se acometerá el nuevo parque infantil de alrededor de 600 m2 y se llevará a cabo la demolición de la actual fuente existente, junto a la modificación de pavimento de la entrada al Paseo del Prado. Paralelamente se crearán los caminos proyectados y el nuevo carril-bici que discurre por todo el corredor del Ebro. Finalmente, se instalarán los nuevos jardines con riego y se llevará a cabo el cambio del alumbrado público a LED.

El proyecto ha contado con la oposición de los grupos ecologistas porque creen que no es sostenible y que afecta de forma importante a las orillas del Ebro.