Querido vecino y vecina, me he sentido en la necesidad de escribirte estas líneas para compartir contigo algunas decisiones que he adoptado en los últimos años, los sentimientos que en mí han generado y las razones y contexto que me han llevado a hacer lo que he ido haciendo en cada momento. Dado que voy a ser candidato a la alcaldía de Tudela por Contigo Tudela, me parece importante hacer este breve ejercicio de confesión pública antes de enfrascarnos en una apasionante campaña electoral.

Todos sois conscientes de que, en el mes de septiembre de 2019, tras las elecciones municipales, en las que perdimos la alcaldía (a pesar de aumentar en un 28% los votos de Izquierda-Ezkerra), tomé la decisión de dejar el cargo de concejal y embarcarme en la aventura de liderar la dirección general de Vivienda del Gobierno de Navarra. Tras mil dudas y sentimientos encontrados, decidí hacerlo fundamentalmente por dos motivos.

En primer lugar, porque me sentía tremendamente dolido por cómo la candidatura de Navarra Suma y su entorno habían actuado contra mí y mi equipo traspasando todas las líneas imaginables de la corrección política. Pasquines anónimos, Miradicas, acusaciones de falsedades, insultos, insinuaciones malintencionadas... el sentimiento que todo ese contexto generó me dificultaba enormemente ser útil a mi ciudad. Desde el dolor es difícil construir. Por otra parte, creía que mi experiencia municipal y de gestión pública y privada me podían hacer ser útil en un área como la de Vivienda.

En dos palabras, tan sólo quería “ser útil”. Preveía una acción de gobierno del actual alcalde que iba a dinamitar no sólo la labor de oposición, sino también la crítica de cualquier ciudadano de a pie que “osara” contradecirle. El tiempo me ha dado la razón en mis presagios. Incluso se ha ido mucho más allá. Se ha negado la pluralidad, ha reinado el oscurantismo con la oposición, la censura y un largo etcétera de despropósitos. Ello, unido a mi rabia y dolor, solo iba a provocar que fuera un lastre para mis compañeras. Así de simple y humano.

En Vivienda he tratado de dar lo mejor de mí y aprovechar la oportunidad de trabajar con un tipo tan interesante como el vicepresidente Aierdi, a quien agradezco públicamente la confianza que me brindó. Se han hecho cosas, muchas, y muchas quedan por hacer, pero ahí está nuestro sello en la mayor inversión del Gobierno de Navarra en esta legislatura: los cerca de 8 millones de euros de Coscolín, a pesar de una aportación municipal de vergüenza.

Pero durante este tiempo he visto con estupefacción y tristeza cómo actuaba el señor Toquero, dividiendo nuestra ciudad, creando “buenos y malos” tudelanos y tudelanas,

ninguneando el trabajo de la anterior legislatura. Trabajo que, por cierto, le dejó las arcas llenas de proyectos y financiación que ha ido inaugurando cual inventor de la pólvora. Ha manipulado la realidad y ha atacado al Gobierno de Navarra no para defender Tudela como él asegura sino, en mi impresión, para desgastarlo con un objetivo puramente partidista, si no personal.

Y sigo queriendo ser útil. En estos ya más de tres años he ido sintiendo que mi sitio estaba en Tudela, que había abandonado el dolor y la rabia para convertirlo en determinación e inteligencia para, compartiéndolo con mucha gente, convertirlo en una propuesta política de base social que buscase una alternativa al actual equipo de gobierno de Navarra Suma. No he dejado de vivir aquí, no he dejado de colaborar con IE, no he dejado de sentir que quiero un futuro mejor para mi hijo en la ciudad que le ha visto nacer hace ya casi dos años.

Hemos sembrado y ha germinado un movimiento fantástico de personas independientes que tienen la voluntad de cambiar el color de la política local. Vengo trabajando con muchísima ilusión en el Colectivo de Independientes de Tudela desde hace meses y en él he descubierto que hay muchísimas personas válidas motivadas para implicarse en la política local para transformar las cosas. Mujeres y hombres dispuestas a vincularse en mayor o menor medida en un proyecto colectivo, Contigo Tudela, para construir desde abajo una alternativa posible, ilusionante y preparada para darle la vuelta al ayuntamiento.

Soy uno más en esa larga cadena de hombres y mujeres que quieren ser útiles a Tudela.

Espero estar a la altura y, nos sitúe donde nos sitúe la ciudadanía, trabajar al menos los próximos cuatro años por una Tudela mejor, una Tudela de colores.

El autor es candidato a la alcaldía de Tudela por Contigo Tudela