Casi un centenar de joaldunak (34 adultos y 16 niños de Ituren, 15 adultos y un menor de Aurtitz y 30 de Zubieta), han desfilado este lunes por Ituren provistos de ttuntturro, joareak o cencerros e hisopo. Y es que, como es sabido, los y las joaldunak tienen que ir en pareja, “si somos impares, siempre buscamos otro, nunca decimos que sobra uno”, afirman los veteranos.

Por la mañana, la juventud que iba a a salir de mozorroak ha dado buena cuenta del almuerzo, mientras que los que iban a salir de joaldunak se apresuraban y empezaban a vestirse con la ayuda de otros que apretaban los cencerros. Tras vestirse en la ganbara, algunos joaldunak han realizado la puxka-biltzea por las casas de Ituren y Aurtitz, sin el ttuntturro puesto, recogiendo huevos principalmente. Luego, ya con toda la indumentaria en regla, han salido al encuentro de los vecinos en el habitual punto de encuentro de joaldunak en el puente de Lasaga y el estruendo ha logrado ahuyentar los malos espíritu. 

Los Joaldunak vuelven a Ituren

Los Joaldunak vuelven a Ituren Unai Beroiz

Mientras, los mozorroak, han hecho de las suyas en la plaza abarrotada de Ituren, sin dejar de lado el componente escatólogico e incluso un jabalí ensartado.

Este año sí que ha podido abrir la comitiva Lázaro Erregerena, uno de los más veteranos del grupo, que tras la suspensión de 2021, el año pasado no pudo participar por motivos personales. Como es habitual, ha guiado el grupo por la plaza y calles de Ituren, tocando el cuerno, que suena de vez en cuando entre los cencerros y que sirve para animar a los joaldunak: “Con el tiempo y la monotonía del paso, el sonido se va apagando, y cuando se oye el cuerno, nos decimos Hemen gaituk (aquí estamos) y retomamos el ritmo con mas ímpetu”, han señalado. 

Mozorroak, escuchando el sonido de los cencerros. Unai Beroiz

Este año el tiempo, aunque frío para los espectadores, ha acompañado. “El frío, si es seco, se nos pasa rápido, es peor cuando llueve, sobre todo por que el sonido de las joareak no es tan nítido, este año ha habido suerte”, han señalado.

Para Egoitz Gorosterrazu Elizagoien, joaldun desde pequeño, “estos son los días mas importantes del año, por el ambiente tan bonito que surge y la armonía entre todos. Estamos todo el año esperándolo y lo que se vive ahí dentro no e puede describir con palabras”. La chispa se le encendió desde muy niño, ya que “con tres años iba con mis padres a la ganbara vestido de joaldun, y veía embobado cómo se ponían las joareak, el montón de gente que se juntaba. No me movía de allí hasta que salían los joaldunak y entonces salía delante de ellos, copiaba sus movimientos sin cencerros… Es algo que vemos desde pequeños y nos entra muy adentro. Con 14 años ya salí como joaldun con el grupo y no he fallado ningún año y creo que mejorando año a año”.

Los Joaldunak vuelven a Iturren (II)

Los Joaldunak vuelven a Iturren (II) Unai Beroiz

Gorosterrazu afirma que durante los siete días de carnaval “la ganbara el desván del ayuntamiento, es nuestra casa y el carnaval nuestra familia, jóvenes, adultos, chicas, chicos, todos salimos juntos, comemos juntos, y ese ambiente es lo que hace el carnaval tan especial. Aunque salir como joaldun “es lo más especial para mí, es algo indescriptible”, siete días de fiesta dan para mucho y los vive con “gran intensidad, un día como joaldun, otro como mozorro, en la puska-biltzea… en el kontuen eguna participó en herri kirolak. Aunque es cansado, dosificando se puede hacer todo y eso es lo mas bonito”.

'Arrazteluak', máscaras, sacos... cualquier cosa vale. Unai Beroiz

Pero además de todo eso, como uno de los tres miembros de comisión organizadora de los carnavales, también tiene que lograr los cocineros para las comidas (almuerzo, comida y cena durante toda la semana), contratar músicos y bertsolaris, hacer las compras… “Es bastante trabajo que repartimos entre los tres, aunque todo el mundo echa una mano y organizándolo todo bien de antemano, podemos disfrutar mas tranquilamente de la fiesta”.

Aunque en las casi tres décadas que lleva saliendo como joaldun no ha habido grandes cambios, “sí que ahora salen más joaldunak que antaño. Antes había menos cencerros en las casas y ahora hay un par o más en todas las casas. Ahora también nos juntamos gente en las comidas, que antes, por una razón u otra no se juntaba. Considero que el cambio ha sido a mejor en Ituren”, dice.

Aunque la nieve no llegó a la plaza, un mozorro aprovechó la jornada para esquiar. Unai Beroiz

Este martes al mediodía (es un decir) joaldunak de Ituren, en compañía de los de Aurtitz, van a devolver la visita a Zubieta. El miércoles siguen saliendo los joaldunak, aunque para los de casa, y luego habrá que hacer cuentas, el Kontuen Eguna, el mismo miércoles en Zubieta, el sábado en Ituren y el domingo en Aurtitz