Representantes municipales de la Zona Especial de Conservación de Aralar reclaman al Gobierno de Navarra que se tenga en cuenta la alternativa de la Vía Verde del Plazaola para el gasoducto proyectado por Nedgia entre Etxeberri y Lekunberri y que “actúe con responsabilidad”, según señaló Patxi Xabier Razkin, alcalde de Lakuntza y a su vez presidente de la Unión de Aralar, entidad centenaria que representa a 19 entidades locales y gestiona los usos y aprovechamientos de este antiguo realengo, que actuó como portavoz. “Si tocan una parte de Aralar, tocan todo Aralar”, incidió. En la comparecencia estuvo acompañado por representantes de las entidades que forman la Unión de Aralar. Son: Arbizu, Arribe, Atallu, Arruazu, Azkarate, Betelu, Errazkin, Etxarri Aranatz, Gaintza, Ihabar, Intza, Irañeta, Hiriberri, Lakuntza, Lizarraga, Lizarragabengoa, Dorrao, Unanu y Uztegi, así como de los concejos afectados por el trazado: Etxeberri, Etxarren, Iribas, Goldaratz y Alli.

“Aprovechando la traída de agua de Iribas-Irurtzun por la Vía Verde del Plazaola, Nedgia se puso en contacto en 2018 con la Mancomunidad de Sakana y planteó la posibilidad de introducir un gasoducto. Pero a los pocos meses la descartó y presentó un nuevo proyecto en los ayuntamientos de Lekunberri, Larraun y Arakil”, señaló. Al respecto, destacó que el nuevo proyecto “atraviesa de lado a lado la sierra de Aralar, que es Zona de Especial Conservación”.

Los ayuntamientos de Larraun y Aralar recurrieron la autorización concedida por el Departamento de Desarrollo Económico, iniciando una vía judicial que ha durado dos años, agotada después de que el Tribunal Supremo no admitiera a trámite el último recurso. Así, los alcaldes de Larraun y Arakil, comenzaron a llamar a las puertas del Gobierno de Navarra, con reuniones con los responsables directos del proyecto y también con el consejero Irujo.

Por otro lado, señaló que el director general de Medio Ambiente “recomendó para autorizar la obra que en el expediente de autorización ambiental, concretamente en el informe firmado por dos técnicos del Gobierno de Navarra, se reconsideren y replanteen las dos principales alternativas que inicialmente se descartaron”. La otra es entre Leitza y Lekunberri.

Asimismo, Razkin alertó de “los daños a la fauna y flora en los hábitat de interés comunitario y en otros prioritarios. Existen especies amenazadas, de gran rareza en el área atlántica de Navarra y muy vulnerables a su hábitat”. Al respecto, incidió en las afecciones del trazado en el karst de Aralar. “Los daños en los sistemas hídricos, así como los tesoros paleontológicos y arqueológicos son muy probables”, incidió.