Desde Irurtzun a Ziordia, Lilasterketa recorrió ayer Sakana, una prueba no competitiva que va más allá de una actividad física. Y es que otros objetivos son fomentar la participación de las mujeres en el espacio público además de reivindicar sus derechos en todos los ámbitos de la sociedad, también en el deporte, y tejer redes. Por ello, la participación femenina era el aspecto más importante de esta iniciativa, según destacaron Aizaga Zeberio Petriati y Oihana Gallo San Roman, técnicas de Igualdad del Ayuntamiento de Altsasu y la Mancomunidad de Sakana respectivamente. “Es importante mostrar nuestra presencia, para decir que estamos aquí, para avanzar entre todas y dar un paso más en nuestros procesos de empoderamiento”, señalaron, al tiempo que agradecían a las mujeres de Sakana su participación.

Lo cierto es que pueblo a pueblo, se unieron mujeres de todas las edades, cada una a su ritmo, algunas de las cuales sumaron kilómetros en una jornada de paseo diferente. La marcha arrancó a las 9.30 horas desde la plaza de Irurtzun a pie para después coger la bici para recorrer los pueblos de Arakil. En Irañeta continuó andando, con parada en Iturmendi para comer. Se retomó dirección a Altsasu, hasta llegar a la altura del Parque de Bomberos, donde se juntó con otro grupo que venía de Ziordia y Olazti. Después se unió Perkuneskak, batucada feminista de Vitoria, en una animada kalejira teñida de morado que recorrió varias calles d antes de entrar en la plaza. Para recuperar fuerzas no faltó una merienda. La tarde finalizó con humor en clave feminista con Pantxika Lamour.

DÉCIMA EDICIÓN

Era la décima edición de Lilasterketa, una prueba para poner en marcha a las mujeres que comenzó de la mano del Aula de la Mujer del Ayuntamiento de Altsasu y que desde hace dos años se organiza junto con el Servicio de Igualdad de la Mancomunidad de Sakana, dentro de la programación del 8 de marzo. “El objetivo era salir a la calle y todas juntas, andando, a la carrera, en bici o patinete, hacer nuestro el espacio y ser protagonistas”, apuntó Garazi Urrestarazu, alcaldesa de Altsasu entonces.

Idoia Ibáñez de Opacua y Santi Luceño, ediles de Altsasu, leyeron la declaración institucional aprobada en todos los ayuntamientos de Sakana. Además de reivindicar la diversidad y la visibilidad de todas las mujeres, incidía en la presión de unos estereotipos de género basado en modelos femeninos de belleza alejados de la realidad. “El modelo hegemónico de belleza que se impone es inalcanzable, y desvaloriza a la mayoría de cuerpos y de mujeres. Queremos subrayar la importancia de transformar este modelo único de belleza, para mostrar otros tipos de belleza, cuerpos diversos, diferentes realidades, diferentes mujeres. Porque la libertad de las mujeres está en sus derechos, no en su imagen”, dijeron. Así, los ayuntamientos se comprometieron a promover políticas públicas en el ámbito local que fomenten la salud física, emocional y relacional de las mujeres. También a sensibilizar sobre los estereotipos de género y generar reflexiones críticas hacia el modelo hegemónico de belleza así como a visibilizar y dar valor a la diversidad de las mujeres.

TAPIZ GIGANTE

Ayer se pudo ver en la plaza el patchwork gigante en el que han tomado parte mujeres de toda Sakana, con cientos de piezas realizadas con telas, a ganchillo, o punto, entre otras técnicas. Se trata de una iniciativa que se puso en marcha el pasado año con motivo del 25 de noviembre para dar forma a una gran red contra la violencia hacia las mujeres. Comenzó en Etxarri y este mes ha recorrido la mayoría de las localidades de Sakana.