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Alfonso Verdoy presenta su libro 'El toreo, arte y mito'

En un libro de más de 200 páginas, el tudelano defiende que es un arte "irrepetible"

Alfonso Verdoy presenta su libro 'El toreo, arte y mito'

“El toreo es un arte, el octavo arte”, bajo esta premisa el tudelano Alfonso Verdoy, profesor de Filosofía jubilado, ha publicado el libro El toreo, arte y mito que trata de ahondar en la relación de este arte con la mística, al tiempo que justifica su pasión por el mundo del toro, por el propio toro como animal, y por la leyenda que rodea a ese mundo. “Todos los mitos se expresas artísticamente, y muchas artes concretas están también inspiradas por una pasión mítica”, explicó Verdoy en la presentación de su obra en Tudela. Como ejemplo puso el encierro, “cuando se corre un encierro se tiene una impresión de euforia, uno se cree que se ha superado a sí mismo, porque ha estado junto al toro, que lleva la muerte entre las astas y se ha burlado de él por sus propios medios”. Con este argumento, para el tudelano el toreo ahonda en esa relación del toreo con el toro y con la muerte, “después del encierro, el toreo mata al toro, pero también a la muerte y se considera invencible, que viene a ser lo mismo que inmortal. Para mí ese es el mito del toreo”. A lo largo de más de 200 páginas, el autor relata la relación entre el arte y el toreo ya que, a su juicio, “se enfrenta con inteligencia y decisión, pero también necesita orden y valor”. Pese a considerarlo un arte lo diferencia del resto de las artes. Para Verdoy, “hay artes que producen cosas, que puede entender cualquiera, y otras que producen signos, que no puede entender cualquiera. Pero el toreo no produce ni cosas ni signos, todo lo que produce queda en su cuerpo. La faena se ha de ver en la plaza, es un arte distinto, irrepetible, está en el momento”. El libro se compone de dos partes, la primera es un ensayo en la que relaciona el toreo con varios filósofos, la segunda son varios artículos y poesías suyas sobre toreros y el mundo del toro. “Nadie quiere más al toro que el torero y el aficionado y nada hace más por la ecología que las ganaderías”, concluyó.