Al finalizar las fiestas del pueblo, el atrio de la iglesia de San Pedro de Erratzu se derrumbó debido al mal estado en el que se encontraba. La zona ya se encontraba vallada por motivos de seguridad y es que el deterioro de la estructura era evidente. Afortunadamente, no provocó ningún daño puesto que en ese momento no había nadie en las inmediaciones. Los vecinos pudieron escuchar el fuerte ruido que fue lo que les alertó.