Un año más, los y las lakuntzarras celebraron el domingo siguiente a la festividad de la Virgen la romería a San Miguel de Aralar que organiza Lakuntzako Pertza. Temprano, a las 6 de la mañana salió de la sociedad un grupo con los víveres en el burro, animal que tiene especial protagonismo este día. No en vano, según cuenta la leyenda, portaba el puchero lleno de morcillas que se cayó a mitad de la subida a San Miguel, cuando iban a celebrar la fiesta de Asulbicio, con tan mala suerte que dio en el ojo del molinero de Uharte Arakil.

Tras una misa en el santuario, al mediodía se repartieron tripotas, nombre con el que se llaman en Lakuntza a las morcillas. La fiesta continuó con danzas. Tampoco faltó una comida en las inmediaciones de Guardetxe, con bailables en una larga sobremesa. La fiesta continuó en el pueblo.