Los nueve pueblos del Valle de Aezkoa se encontraron ayer en Aria, localidad anfitriona de la 44ª edición del Aezkoako Eguna, fiesta itinerante anual que reúne a sus habitantes y allegados con la implicación de todos sus colectivos populares y culturales.

Las dianas anunciaron la jornada que comenzó con la apertura de la feria de productos locales artesanos y de la exposición en el ayuntamiento de La escuela antigua. Al filo del mediodía, arrancó la kalejira que no deslució la lluvia. Para entonces, ya había hecho acto de presencia, y tan solo cambió el orden de las actuaciones en el acto central. Gigantes de Aezkoa, Pipirripi Dantza Taldea, alcaldes, alcaldesas, aezkoanos y aezkoanas con su indumentaria tradicional desfilaron por el pueblo y vistieron el acto central, con el tema Gure Uskara? que abrió un irrintzi de Koldobike Valencia (Abaurrea Baja).

Aezkoa Kultur Elkartea, la Asociación Cultural Aezkoa, organizadora del evento, puso el foco en el fomento del euskera y animó a su uso cotidiano. En este sentido, reconoció a AEK y Zerika Taldea, dos colectivos impulsores y defensores de su uso cotidiano. Y para que conste, en su nombre estamparon su firma en el libro de honor: Josu Eseberri y Vanesa Pau (AEK) Bittor Aroskoa y Mari Carmen Arrese (Zerika Taldea) y Juan Retegi, hablante del aezkera(modalidad del euskera aezkoano) y artífice de los vídeos de la exposición de La escuela antigua, una recreación de su trayectoria vinculada a la lengua del valle. Por su parte, Bittor Aroskoa resaltó la importancia del euskera aezkoano y animó a mantenerlo y usarlo día a día.

Enseñar, usar y proteger

La organización hizo hincapié en que en los pueblos de Aezkoa se vivió en euskera y, a pesar de sufrir la represión, se mantuvo transmitido por sus mayores, practicado por quienes lo sabían y protegido por los que lo sentían como su cultura.

Comparsa de Gigantes y gaiteros posan para el recuerdo de la 44ª edición.

“Hace 40 años de AEK en Aezkoa, que ha sido un organismo imprescindible en la recuperación del euskera y en la educación de adultos: para crear euskaldunes, cuidar el idioma e impulsar su utilización”, significaron.

Además, Zerika Taldea fue reconocido por haber recuperado y recogido el euskera del valle con sus características propias. Hubo también mención especial para la escuela, ya que hace 40 años de presencia del modelo de D en Aezkoa, con lo que ha supuesto para la educación infantil.

Por todo ello la organización agradeció profundamente a los organismos, grupos y personas que han trabajado por el euskera, “enseñado, utilizado y protegido, porque el euskera está en las raíces de nuestro valle”. Y alentó a su normalización y uso en todos los ámbitos. “Para que siga vivo, hay que utilizarlo”.

En el acto central intervino también el presidente de la Junta del Valle, Karlos Bueno, que resaltó la importancia del momento político actual de incertidumbre, con el cambio de Gobierno foral, que genera el temor en la Mesa del Pirineo de que sus valles caigan en el olvido de nuevo.

Imagen de alcaldes de los pueblos del valle y vecinas vestidas con el traje típico.

El carácter festivo estuvo marcado por la salida de la Comparsa de Aezkoa, con sus propios gigantes retirados en la anterior edición por falta de personas para bailarlos.

“El compromiso y el interés de Aria ha sido decisivo, así como la implicación total del valle”, recalcaban desde la organización. Junto a los gigantes, el grupo Pipirripi Dantza Taldea actuó al principio y estrenó el Axuri Beltza de Jaurrieta añadiéndolo a su repertorio de euskal dantzak. En el día especial, también bailaron los grupos txikis y finalmente, lo hicieron participativo.

La mañana transcurrió según lo previsto y funcionaron las carpas que dieron cobijo a 391 adultos y 43 niños y niñas, participantes en la comida del valle. También funcionó el autobús lanzadera desde Aribe a Aria, al no disponer de zona de aparcamiento.

“Ha venido mucha gente y se han creado filas en Aribe, donde han tenido que esperar a primeras horas al autobús. Pero ha fluido con buena actitud sin problemas a lo largo de todo el día y es una experiencia positiva para repetir si se diera el caso”, declaraban, al tiempo que reconocían el papel “fundamental” del voluntariado en este servicio. “Tener una persona disponible para hacerlo, es decisivo”, subrayaban.

Balance y sensaciones positivas por el reencuentro con ganas de celebración de sus habitantes y de quienes están vinculados al valle con firme sentimiento aezkoano.